Durante años, los coches eléctricos han estado rodeados de advertencias sobre la supuesta fragilidad de sus baterías, su rápida degradación y el elevado coste de sustituirlas. Frente a ese discurso recurrente en redes sociales y algunos medios, el experto en automoción Eduardo decidió acudir a los datos reales para comprobar qué hay de cierto en uno de los mayores miedos asociados a la movilidad eléctrica.
De los bulos a los datos reales sobre las baterías
A través de un video publicado en su canal de YouTube, Eduardo comenzó su análisis recordando los mensajes más repetidos sobre los coches eléctricos, como que “las baterías se degradan muy rápido” o que “hay que cambiarlas cada tres años”. Según explicó, este tipo de afirmaciones se han normalizado hasta el punto de generar desconfianza entre quienes aún no han dado el salto al coche eléctrico.
Frente a esas opiniones, el experto recalcó que la clave está en acudir a estudios amplios y objetivos, no en la experiencia aislada de propietarios ni en mensajes alarmistas. “Una cosa es la opinión del propietario, que está sesgado, y otra muy distinta son los datos reales”, comentó.
Un estudio con 8.000 coches desmonta el mito
Para contrastar esa narrativa, Eduardo se apoyó en un estudio realizado por Arval, una compañía especializada en renting de vehículos. Según explicó, el análisis se llevó a cabo sobre 8.000 coches eléctricos e híbridos enchufables, vendidos entre marzo de 2023 y noviembre de 2024, en ocho países europeos, incluida España, y con modelos de 30 marcas distintas.
Los resultados fueron claros. La inmensa mayoría de los vehículos analizados presentaban una degradación de la batería inferior al 10% incluso después de recorrer 200.000 kilómetros. La salud media de las baterías se situaba en el 93% y el 98% de los coches mantenía un nivel de carga muy por encima del 80%, umbral que muchos consideran preocupante.
La degradación se estabiliza con el paso de los kilómetros
Eduardo añadió que los datos muestran un patrón repetido en distintos estudios. Durante los primeros kilómetros, la batería sufre una degradación inicial, pero a partir de cierto punto la curva se aplana. “Tras 70.000 kilómetros, la degradación media es del 7%, y tras 200.000 kilómetros apenas alcanza el 10%”, explicó.
Según recalcó, esto demuestra que las baterías “se degradan muy poco” y que el miedo a tener que sustituirlas de forma prematura no está respaldado por la evidencia. De hecho, subrayó que existen numerosos ejemplos de coches eléctricos que superan los 500.000 kilómetros con la batería original.
El papel del cuidado y las garantías
El experto también señaló que el cuidado normal de la batería influye en su longevidad, aunque aclaró que hoy en día resulta cada vez más difícil dañarlas. Recomendó mantener niveles de carga razonables en el uso diario y adaptar las pautas al tipo de batería, aunque insistió en que no se trata de normas estrictas.
En este sentido, Eduardo afirmó que el temor a perder la garantía de la batería es “irracional”, ya que, según los estudios citados, el estado real de las baterías supera con creces las garantías ofrecidas por los fabricantes. “No vas a tener que reemplazar la batería de tu coche eléctrico, aunque recorras más de 200.000 kilómetros”, concluyó.
