Publicada

El camino hacia un futuro sin emisiones en España encuentra un obstáculo importante antes de su presentación oficial a principios del 2026.

Mientras el Gobierno trabaja en el Plan Auto 2030 para sustituir al actual Moves III, el sector de los concesionarios ha marcado una línea roja respecto a la gestión de las futuras ayudas.

¿Por qué los concesionarios rechazan el adelanto de ayudas para el ciudadano?

El conflicto central es puramente económico, ya que, como según informa AutoBild, los concesionarios se niegan rotundamente a adelantar el dinero de los descuentos de su propio bolsillo mientras esperan el ingreso de la Administración.

Esta carga financiera sobre las espaldas de los vendedores es la razón principal por la que el sector alerta que el proyecto, tal como se plantea, no es viable.

Una situación crítica que impide asumir riesgos

El Ejecutivo pretende que las subvenciones lleguen rápido, en menos de un mes, inspirándose en el modelo Reinicia Auto+ usado tras la DANA. Sin embargo, aquella fue una situación excepcional y la realidad diaria de los puntos de venta es muy distinta.

Exigir a las empresas que adelanten importes elevados genera una crítica unánime del sector debido a la fragilidad de sus cuentas. Los datos de la patronal Faconauto exponen la delicada salud financiera del rubro:

  • La rentabilidad del sector se sitúa apenas en el 1,38 por ciento.

  • El 26,2 por ciento de los vendedores opera con pérdidas al cierre del tercer trimestre.

Con márgenes tan estrechos y casi tres de cada diez negocios en números rojos, actuar como banco para el Estado resulta imposible. Aunque el objetivo sea agilizar los trámites, la red de concesionarios insiste en que soportar ese peso financiero con recursos propios es inviable.