Redacción
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Un analista de coches destaca cómo el nuevo Fiat revive uno de los clásicos más queridos de la marca y lo presenta como una de las opciones más accesibles del mercado, una valoración basada en el estudio detallado del Grande Panda, modelo que retoma elementos del Panda original y los adapta a un formato urbano actual.

Por qué el nuevo Fiat revive a un clásico

La revisión de Óscar Magro, publicada en Motor.es, muestra que el diseño recupera formas cuadradas, una calandra sin el logo centrado y faros inspirados en el estilo de los años 80, pero introduce iluminación LED y un lenguaje visual pixelado que enlaza con la cultura de aquella década sin perder funcionalidad.

El interior mantiene esa mezcla entre homenaje y progreso. El habitáculo utiliza fibra de bambú reciclada, añade una segunda guantera y conserva detalles que remiten a la historia de Fiat, como el elemento ovalado que simboliza la pista de pruebas del edificio Lingotto.

El volante de dos radios y la división del puesto de conducción también replican ideas del Panda clásico, ahora integradas en un entorno digital con pantalla de 10,25 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay.

Las plazas traseras ofrecen espacio suficiente para adultos de estatura media y un nivel de confort adecuado gracias a la forma de los asientos y a tomas USB-C bien situadas.

La capacidad del maletero supera los 400 litros en la versión híbrida y alcanza 361 litros en el modelo eléctrico, cifras competitivas dentro de su categoría.

El modelo destaca además por un precio de entrada muy atractivo: la versión híbrida parte de menos de 20.000 euros, mientras que la variante eléctrica arranca en torno a 25.000 euros.

Grande Panda: el modelo urbano con dos mecánicas

El Grande Panda Hybrid utiliza un bloque de 110 CV con apoyo eléctrico de 48 V que aporta suavidad y eficiencia en todo momento. El sistema permite un modo eléctrico puntual y reduce el consumo hasta cifras cercanas a los cinco litros y medio.

El cambio automático de doble embrague mejora la respuesta y convierte esta variante en una alternativa equilibrada para la mayoría de los conductores.

La versión eléctrica entrega 113 CV y utiliza una batería LFP de 44 kWh con una autonomía homologada de 320 kilómetros. En conducción variada, la cifra real supera con facilidad los 250 kilómetros, suficiente para trayectos diarios y escapadas cortas.

El modelo admite cargas de hasta 100 kW y añade un cable helicoidal integrado en un puerto delantero que evita espacio extra en el maletero.