Renault ha vuelto a mirar hacia su pasado para reinventar uno de sus grandes éxitos urbanos: el Twingo. Más de treinta años después de su nacimiento, el pequeño coche francés regresa completamente eléctrico, fabricado en Europa y con un precio de partida inferior a los 20.000 euros. Así lo explicó el analista automotriz JuanFran, quien destacó el doble valor del modelo: su nostalgia ochentera y su enfoque pragmático hacia la movilidad eléctrica asequible.
Un regreso con historia
A través de su canal de YouTube Car Wow, el experto recordó cómo el Twingo original se convirtió en símbolo de las calles parisinas desde los años 90. “Fue el coche de París”, comentó, evocando aquel diseño simpático que enamoró a los conductores por su tamaño reducido y su amplitud interior.
Ahora, más de 25 años después, Renault busca rescatar ese espíritu con una tercera generación que combina estética retro con tecnología moderna. El nuevo modelo recupera las líneas redondeadas y la “sonrisa” característica en los faros, además de un interior luminoso y modular que recuerda al coche original.
Un urbano 100% eléctrico
El nuevo Twingo 2026 mide 3,79 metros de largo y se posiciona como un utilitario cien por cien urbano. Su batería LFP de 27,5 kWh, suministrada por CATL, ofrece una autonomía homologada de hasta 263 kilómetros, suficiente para el día a día en ciudad. Su motor eléctrico desarrolla 82 caballos de potencia y permite alcanzar los 130 km/h de velocidad máxima, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 12 segundos.
Según JuanFran, la elección de una batería más pequeña responde a la necesidad de mantener el precio bajo control y reforzar la eficiencia en trayectos cortos. Además, la química LFP garantiza mayor durabilidad y seguridad, reduciendo costes de mantenimiento.
Carga, diseño y modularidad
El Twingo puede cargarse a 6,6 kW de serie o, de forma opcional, incorporar un sistema de carga rápida de hasta 50 kW en corriente continua. Con este último, la batería alcanza del 20 al 80% en menos de 30 minutos. Renault también incluye tecnología V2L, lo que permite usar el coche como fuente de energía externa para alimentar pequeños dispositivos o bicicletas eléctricas.
El diseño conserva detalles que apelan directamente al recuerdo: faros ovalados, colores brillantes y un interior de estética minimalista. Los asientos traseros se deslizan longitudinalmente, lo que permite ampliar el espacio del maletero hasta 360 litros o ganar comodidad en las plazas posteriores. “Sigue siendo un coche en el que caben cuatro adultos altos sin problema”, subrayó el analista.
Según JuanFran, el proyecto destaca por su velocidad de desarrollo: apenas 100 semanas, gracias a un equipo centralizado de 150 ingenieros, conocido como ACDC, que trabajó con metodologías similares a las de los fabricantes chinos para reducir costes y tiempos.
El modelo se ofrecerá en dos acabados: Evolution y Techno. El primero incluye asistentes de mantenimiento de carril, climatización, cámara trasera y sistema multimedia con réplica del smartphone. El segundo añade conectividad con Google, asientos calefactados, acceso sin llave y llantas de hasta 18 pulgadas.
El punto débil: su autonomía
Pese a sus virtudes, el tamaño de la batería sigue siendo su mayor límite. Con poco más de 27 kWh, su autonomía real rondará los 200 kilómetros en uso mixto, una cifra inferior a la de rivales como el Citroën ë-C3 o el BYD Dolphin Surf, que superan los 40 kWh. Sin embargo, el Twingo tiene una justificación estratégica: no competir directamente con el futuro Renault 5, de rango superior.
