El mecánico y divulgador automotriz Juan José Ebenezer volvió a generar conversación en redes sociales tras compartir en un video una advertencia que muchos conductores pasan por alto: girar el volante con el coche detenido puede estar dañando el sistema de dirección sin que nadie lo note. Su consejo, sencillo pero revelador, busca evitar averías costosas y alargar la vida útil de piezas fundamentales como rótulas, neumáticos y suspensión.
El error más común al salir del aparcamiento
Ebenezer explica que una de las acciones más dañinas ocurre justo antes de arrancar: girar el volante cuando el coche está completamente parado. Este gesto, habitual al maniobrar en espacios reducidos, provoca una tensión excesiva sobre la dirección asistida, ya sea eléctrica o hidráulica.
“Cuando el vehículo está en reposo, la fricción es máxima y el esfuerzo que realiza la dirección para mover las ruedas es mucho mayor”, señaló el experto mientras realizaba la demostración en su taller.
El problema se agrava porque, aunque parece un movimiento inofensivo, repitiéndolo a diario se desgastan las rótulas, el sistema de asistencia y los neumáticos. En cambio, bastaría con avanzar unos pocos centímetros antes de girar el volante para reducir drásticamente la presión interna del sistema. “Con solo mover un poco el coche, la rueda deja de arrastrarse y comienza a pivotar, lo que alivia toda la carga”, explicó Ebenezer.
Cómo evitar un desgaste prematuro de la dirección
Durante su demostración, el mecánico mostró la diferencia entre girar el volante con el coche detenido y hacerlo en movimiento. En el primer caso, se necesita aplicar una fuerza visible, mientras que al desplazarse suavemente, el giro se realiza casi sin esfuerzo. “No se trata de dejar de maniobrar, sino de hacerlo correctamente”, aclaró el especialista.
El consejo es especialmente relevante en coches modernos con dirección eléctrica, ya que los componentes internos están diseñados para asistir al conductor, pero no para soportar el esfuerzo constante en parado. Conducir con pequeñas precauciones, como evitar mantener las ruedas giradas mientras se aparca o reducir la velocidad de giro cuando el vehículo está detenido, puede marcar una gran diferencia en la durabilidad del sistema.
Consejos para cuidar la dirección de tu coche
Además del hábito que señaló Juan José Ebenezer, los expertos recomiendan mantener una serie de buenas prácticas para preservar la dirección:
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Evitar golpes contra bordillos o badenes, que pueden desalinear los ejes.
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Revisar la presión de los neumáticos con frecuencia, ya que una presión baja aumenta la resistencia al giro.
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No forzar el volante hasta el tope, puesto que genera una presión innecesaria sobre la bomba de dirección.
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Realizar mantenimientos periódicos del sistema hidráulico o eléctrico según las especificaciones del fabricante.
El consejo de Ebenezer resume una verdad que pocos conductores consideran: no hace falta cambiar la forma de conducir, sino un pequeño gesto al arrancar.
