Después de cuatro años, tras la interrupción provocada por el Covid-19, vuelve de manera física el Salón del automóvil de Tokio (Japón). Esta vez se presenta con una nueva denominación, bautizado como el Japan Mobility Show, donde participarán 475 empresas del 28 al 5 del noviembre.
No obstante, el salón abrió sus puertas este pasado miércoles para la prensa, en el centro de exposiciones internacional más grande de Japón conocido como Tokyo Big Sight (ubicado en la capital nipona).
Las tres primeras jornadas serán para los profesionales del sector. Celebrado cada dos años desde el 2007, esta importante cita del motor tiene puesta el foco en la nueva generación de vehículos eléctricos (VE), coches voladores y dispositivos robóticos, toda una muestra de la diversificación de las marcas automovilísticas ante la transformación de la movilidad.
Como es lógico, durante el Japan Mobility Show tienen mayor protagonismo las firmas japonesas, sin apenas presencia de las marcas europeas. No obstante, BYD debuta como el primer fabricante de automóviles chino en tener su propio espacio en este emblemático salón.
Toyota, Nissan, Honda o Lexus son algunas de las marcas que más novedades han presentado, y aunque muchos de los modelos expuestos no se venderán en Europa o simplemente se queden como prototipos con ideas de futuro, se puede apreciar el gran peso que tiene esta industria en Japón.