Recibir una ayuda para comprar un coche puede costarle un susto en la declaración de la renta del próximo año. Las subvenciones aprobadas por el Gobierno, como el Plan Renove y el Plan Moves, para renovar su vehículo podrían hacer saltar de escalón su declaración, ya que se deben incluir en la renta ordinaria del declarante en 2021.

El resultado de la declaración dependerá de su situación personal y familiar, pero la carga tributaria podría variar también según el tipo de compra que realice y la ayuda que perciba. Tal y como explican a EL ESPAÑOL desde el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, esto significa que la subvención recibida para la compra de un vehículo es contabilizada como una ganancia patrimonial.

Así, se pueden hacer cálculos generales para establecer una idea general de cómo repercutirá en la declaración el acogerse a la ayuda. Esto último no es obligatorio, aunque siempre sale más favorable percibirla que no hacerlo. Eso sí, hay que hacer las cuentas de antemano para no llevarse un susto a posteriori.

El secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, José María Mollinedo, explica a este periódico cómo podría afectar en su declaración, a un ciudadano con una renta media, el hecho de percibir la ayuda. Advierte que son cálculos de laboratorio y que cada caso dependerá de las circunstancias personales.

La mayoría de los contribuyentes en España suele tener una media de 17.000 euros de ingresos netos. Si le sumamos la mayor cantidad que se puede percibir para comprar un vehículo de etiqueta Cero, 4.000 euros, esto podría suponerle al contribuyente unos 1.031 euros más en su declaración.

Mollinedo recuerda que esto “no es simplemente por la ayuda pública, sino porque esos 4.000 euros se suman a los 17.000 euros y la base se va a los 21.000 euros. De esta forma, pagaría o reduciría lo que recibiría en 1.031 euros”.

Si en vez de un vehículo de etiqueta Cero se apuesta por un ECO, la ayuda será menor, en torno a los 1.000 euros. Esto variará su carga tributaria en unos 240 euros.

Hasta 1.080 euros de la liquidación

Por último, la ayuda menor se solicita en caso de decantarse por un vehículo C. Si se compra un coche de este tipo con unos ingresos de 17.000 euros, la carga tributaria variará en unos 192 euros tras percibir una ayuda de 800 euros.

Las cargas fiscales se incrementarán en caso de que los ingresos del contribuyente superen los 60.000 euros. De esta forma, desde Ghesta se advierte que se podría pagar hasta el 45% de lo percibido al hacerse con un vehículo. Esto significa que la ayuda máxima de 4.000 euros podría hacer que se le descuenten 1.800 euros de su liquidación.

En este punto, cabe resaltar que las ayudas prestadas por los concesionarios no tributan para la declaración de la renta. Son contabilizadas como “descuentos comerciales” y no afectarán al pago de la renta del próximo año.

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