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"Amendoim fue un gran compañero, me daba muchos estímulos en la escena. Siempre me ofrecía cosas nuevas y nunca era igual", cuenta el actor Rafa Vitti en una entrevista de YouTube con CNN, hablando del perro protagonista de la película Caramelo.

La nueva película de Netflix narra la historia de amistad entre un joven y su perro. A través de situaciones cotidianas, se exploran temas como la lealtad, el afecto incondicional y el vínculo entre humanos y animales.

Se combinan momentos de comedia y ternura, ofreciendo una reflexión sobre cómo los lazos con los animales pueden transformar nuestras vidas y ayudarnos a redescubrir la empatía.

La conexión emocional real entre el actor y Amendoim se construyó de manera intencional. Vitti sabía que, aunque existían muchos trucos para filmar, la subjetividad de su vínculo era crucial para poder trabajar juntos de manera efectiva.

"Era muy importante para la película que tuviéramos una conexión genuina", comenta. Por eso, pidió a Diego, a Netflix y a Luiz —el dueño de Amendoim— que el perro pudiera pasar unos días con él en su apartamento antes del rodaje.

El objetivo era tener una experiencia real: dormir juntos, pasearlo, darle de comer y crear un vínculo basado en la confianza. "Él necesitaba escuchar mi voz".

Amendoim pasó así unos días con Rafa antes del rodaje, y esta conexión facilitó la filmación y mejoró la actuación. Esto permitió al actor sentirse más libre para disfrutar y vivir el momento.

Una conexión auténtica

La finalidad de esta relación era lograr que, a través de la mirada entre ambos, los espectadores percibieran una conexión auténtica entre los personajes, y así fue.

"Fue difícil cuando terminó el rodaje. Estuve contando los días para poder reencontrarlo". Pasó un año sin ver a su compañero peludo y confiesa que sufrió cada instante.

Caramelo no solo es una de las películas más populares de Netflix, también fue un espacio seguro para forjar relaciones con animales, aprender a convivir y cuidar de un pequeño peludo en un set cinematográfico.

"Amendoim fue el actor más fácil con el que había trabajado", afirma el director Diego. "Vive todo muy intensamente, pero ve la filmación como un juego, divirtiéndose en todas las escenas".

Como una estrella de cine

En el set, recibió un tratamiento digno de una verdadera estrella de cine, con comodidades y atenciones específicas para su bienestar. Se le proporcionaron horas de descanso, un rincón para dormir, masajes y sesiones de natación.

"Trabajar con él fue una experiencia excepcionalmente positiva y sencilla", afirma Vitti. Aprendió la palabra ação (acción) y, al escucharla, comenzaba a "destruir lo que tenía delante", porque entendía que era parte del juego.

Aun así, hubo muchos desafíos técnicos complejos relacionados con su participación. El director recuerda que la escena más difícil de filmar fue cuando Amendoim atraviesa una avenida.

Ese plano requirió una planificación de seis meses e involucró a cientos de personas para lograr el efecto deseado. Vitti también recuerda con detalle la escena que refleja el "caos" de convivir con un perro, cuando destruye objetos.

"Me fui a comer y, cuando volví, encontré mi neceser destruido y pasta de dientes por todos lados", cuenta divertido. "Ya había pasado por este tipo de experiencias personalmente con mis perros".

Cada peludo, un momento especial

El actor es padre de varios peludos adoptados. Hoy reconoce la gratitud de esos animales rescatados y todo el amor que recibe. Cada uno formó parte de un momento especial de su vida.

Por eso, recordará también la profunda relación que construyó con Amendoim y esta experiencia que los marcará para siempre. Para Rafa Vitti, Amendoim no fue solo un compañero de rodaje, sino un maestro de sensibilidad y presencia.