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"¿Sabías que tu gato puede hacer cosas que ni tú te imaginas?", pregunta la educadora felina Paula Calvo en su cuenta de Instagram. Los gatos poseen una amplia variedad de habilidades que les permiten sobrevivir y adaptarse a distintos entornos.

Son animales ágiles, silenciosos y extremadamente flexibles, capaces de saltar distancias impresionantes o trepar superficies casi imposibles. Su columna vertebral flexible y musculatura poderosa hacen que puedan girar en el aire.

Además, gracias a su famoso reflejo de enderezamiento, aterrizar con las patas abajo. Junto con su independencia, su curiosidad natural y su capacidad de adaptación, estas cualidades los convierten en cazadores eficientes y exploradores incansables.

Paula Calvo ha arrojado luz sobre las sorprendentes capacidades del mundo felino, demostrando que los gatos son auténticas máquinas sensoriales. "Perciben la realidad de una manera única", afirma.

Mejorar la convivencia

Conocer estos aspectos no solo nos ayuda a admirarlos más, sino que también mejora la convivencia, pues permite ofrecerles un ambiente que respete y estimule sus capacidades naturales.

Según la educadora, existen tres habilidades fundamentales en las que el gato supera significativamente al ser humano. "Esta capacidad la hace mejor que tú", recalca.

Primero, poseen un sistema auditivo extraordinariamente sensible. Los oídos de los gatos pueden captar frecuencias de hasta 64 kHz, muy por encima del rango auditivo humano, que se limita aproximadamente a 20 kHz.

Oír ultrasonidos es un rasgo adaptativo clave, y explica por qué detectan la presencia de ratones o insectos escondidos, incluso cuando el sonido es imperceptible para nosotros. Sus orejas móviles, capaces de rotar hasta 180°, les permiten localizar con gran precisión la fuente de un ruido.

Una visión nocturna 

Segundo, cuentan con una visión nocturna superior. Sus ojos tienen una alta concentración de células bastón y una estructura llamada tapetum lucidum, que refleja la luz dentro del ojo, aumentando su capacidad de ver en condiciones de poca iluminación.

"Mientras que el ser humano tropieza en la oscuridad buscando un interruptor, el gato ya está explorando con total confianza", explica Calvo. De hecho, pueden ver en la penumbra hasta seis veces mejor que una persona, manteniendo una clara percepción del espacio y de los objetos en movimiento.

Detectar movimientos imperceptibles

Por último, destaca su habilidad para detectar movimientos imperceptibles. La visión felina es altamente sensible a cambios repentinos y mínimos en su entorno, incluso cuando se producen en condiciones de baja luz.

Su agudeza es tal que pueden notar el ligero aleteo de un insecto o el movimiento sigiloso de una presa a metros de distancia. Esta capacidad es vital para un depredador que, en la naturaleza, debe reaccionar en fracciones de segundo para atrapar a su objetivo.

"Los gatos son auténticos seres sensoriales", concluye Paula Calvo, "y cada día nos recuerdan que perciben el mundo con una precisión, delicadeza y riqueza que escapan completamente a la experiencia humana".