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Cuando un perro presenta heces blandas o diarrea es normal preocuparse. Las causas pueden ser variadas, desde cambios repentinos en la alimentación hasta situaciones de estrés o infecciones leves.

Sin embargo, en la mayoría de los casos se puede recurrir a una dieta casera sencilla y eficaz que permite la recuperación sin necesidad de medicamentos. Un nutricionista experto en animales en Bamboo Mascotas da la clave para solucionar este problema.

"El primer día resulta fundamental dar un descanso completo al sistema digestivo", afirma en un vídeo de YouTube. Durante las primeras 12 horas tu can no debe ingerir comida, únicamente agua fresca para mantenerse hidratado.

El ayuno inicial

Este ayuno inicial ayuda al intestino a desinflamarse y a preparar el organismo para asimilar los nutrientes de manera adecuada cuando se reintroduzcan los alimentos. Al llegar al segundo día, después del ayuno, se puede comenzar con una comida blanda.

La llamada sopa de moro es una receta clásica que consiste en zanahoria hervida en agua con apenas una pizca de sal. Esta preparación, suave y rica en compuestos beneficiosos, ayuda a regular la flora intestinal y aporta energía sin causar irritación en el estómago.

"Durante las 24 horas siguientes esta será la única comida que tu perro debe recibir", recomienda el nutricionista.

Una receta más completa

Con el tercer día ya se puede introducir una dieta más completa, pero todavía ligera. Lo recomendable es mezclar pavo hervido, utilizando pechuga sin piel, con calabaza hervida sin piel, incorporando también un poco de plátano maduro.

A partir de esta fase es apropiado añadir por la mañana, en ayunas, un poco de kéfir de leche de cabra, un probiótico natural que favorece la regeneración de la flora intestinal y mejora la mucosa digestiva.

Hacia la recuperación

Los días cuatro y cinco marcan la transición hacia la recuperación completa. En este punto puedes seguir ofreciendo el pavo hervido como base, que representará entre el 50% y el 60%  de la dieta, pero acompañado esta vez de patata hervida sin piel.

Es importante dejarla enfriar varias horas en la nevera antes de servirla, ya que así pierde su exceso de almidón. La mezcla puede completarse con trozos de banana, que aportan fibra soluble y potasio, facilitando la regulación de las deposiciones.

Una visible mejoría

Para entonces, lo más habitual es que el perro ya presente una visible mejoría. Sus heces deberían haberse normalizado y su comportamiento volver a la rutina diaria, sin necesidad de recurrir a medicación.

Aun así, es fundamental vigilar que siempre disponga de agua fresca y evitar cualquier alimento procesado, golosinas o restos de comida humana.

"Si después de cinco días no se observa una mejoría, o si se presentan signos preocupantes como presencia de sangre en las heces, vómitos continuos o apatía exagerada, será necesario acudir cuanto antes al veterinario", afirma el nutricionista.

En condiciones normales, esta sencilla pauta de dieta progresiva a base de ingredientes naturales es suficiente para que un perro recupere rápidamente su equilibrio digestivo y su vitalidad.