María Vetican, veterinaria reconocida en redes sociales, ha mostrado recientemente su lado más personal en las redes sociales al hablar sobre los errores que ha cometido durante mucho tiempo con su perro Murphy y cómo estas experiencias le han hecho reflexionar sobre el cuidado responsable de los animales.
"Murphy tiene ya 10 años y yo soy veterinaria ahora, pero cuando lo cogí no lo era. Era una niña inexperta y era mi primer perro", confiesa en uno de sus vídeos.
Es por este mismo motivo por el que la especialista ha compartido de manera detallada las decisiones que, en retrospectiva, cambiaría para mejorar la salud y el bienestar de su mascota.
Uno de los errores que destaca es jugar durante años al frisbee y a la pelota en superficies duras. María explica que esto acelera los problemas articulares de Murphy y también afecta sus dientes inferiores, que ahora presentan desgaste y decoloración.
"No le da problemas como tal, pero por eso a día de hoy siempre que corre con frisbee y pelota, lo hago en suelo blando", señala la veterinaria, que muestra su preferencia por parques con césped o tierra blanda.
María también advierte sobre el uso de ciertas pelotas. Según explica, las pelotas de goma compacta limaron en su día algunos de los dientes de Murphy, principalmente los colmillos, dejándolos planos. Desde entonces, asegura que opta por juguetes más adecuados para proteger la dentadura de su perro.
Otro aspecto que la veterinaria lamenta es no haber acostumbrado a Murphy al cepillado dental desde cachorro. "A día de hoy, el cepillado es complicado, es una lucha. Puedo hacerlo yo un poco, pero normalmente el cuidado dental completo se hace en peluquería y con bozal", explica.
Asimismo, la profesional también reflexiona sobre la alimentación de su mascota. Confiesa que en los primeros años se dejaba guiar por marcas comerciales conocidas y por etiquetas con "pollo y verduras", sin analizar realmente lo que Murphy necesitaba. Actualmente, su perro sigue una dieta natural y equilibrada, adaptada a sus necesidades específicas.
El vínculo entre María y Murphy también ha estado marcado durante mucho tiempo por errores de manejo y disciplina. La veterinaria admite que aplicar castigos o someter al perro cuando no obedece afecta la confianza mutua.
A día de hoy reconoce que Murphy puede reaccionar agresivamente si se siente incómodo, aunque la mayor parte del tiempo es un perro cariñoso y sociable.
