Una mujer de 65 años falleció el pasado mes de abril en Marbella tras no poder acceder a un medicamento que debía tomarse tras haber sufrido un infarto de miocardio. No le proporcionaron un antiagregante porque el visado del fármaco no estaba aprobado. Tardaron tres días en dar la autorización para obtener el medicamento desde que se lo recetaron y llegó cinco horas después de que la paciente muriera.
“Generalmente cuando el médico de cabecera receta una medicación la cargan a la tarjeta, salvo alguna determinada que necesita supervisión y pueden tener una demora, pero rápida. Entonces es una pena que por un error burocrático fallezca una persona”, según explica a EL ESPAÑOL de Málaga Damián Vázquez, abogado de la Asociación del Defensor del Paciente en Málaga.
La paciente sufrió un infarto de miocardio que derivó en la colocación de varios stents el pasado 15 de abril en el Hospital Universitario Costa del Sol. El cardiólogo que la trató le prescribió el tratamiento al día siguiente y el 18, Viernes Santo, fue dada de alta.
En el informe de alta, el especialista hacía hincapié en que la paciente debía de tomarse la medicación de manera “inexcusable”, según se explica en la reclamación presentada contra el Servicio Andaluz de Salud por la familia.
Ese mismo día, la mujer acudió a una farmacia a retirar la medicación prescrita, pero no le proporcionaron el Ticagrelor porque “estaba pendiente de visado”. Este medicamento debía tomárselo, según el informe médico, cada 12 horas durante un año.
Al día siguiente, la paciente lo volvió a intentar en la farmacia, pero el resultado fue el mismo: el medicamento seguía pendiente de visado. Además, también llamó al hospital durante el fin de semana para preguntar y le dijeron que no podían hacer nada para agilizar el visado.
La mujer, tras ver que no conseguía el medicamento, pidió un justificante en la farmacia para acercarse al día siguiente al hospital, explicar su situación y poner una reclamación.
El lunes 21 de abril, se subió al autobús para ir al hospital y poner una reclamación, cuando sufrió un infarto en el vehículo. Hasta el lugar de los hechos se trasladó una ambulancia para trasladarla de urgencia al Costa del Sol, donde ingresó en estado crítico y finalmente falleció.
El visado del medicamento fue aprobado el 21 de abril a las 16.15 horas, cinco horas después del fallecimiento de la paciente que se declaró a las 11 horas.
“La salud no entiende de fines de semana o de festivos. Mi madre no tuvo manera de acceder a sus pastillas hasta que no pasaran las fiestas y le ha costado la vida”, apunta la hija de la afectada.
Además, añade que “en el hospital nadie le informó de que uno de los medicamentos estaba pendiente de visado, ni siquiera sabía lo que era cuando llegó a la farmacia. Lo peor de todo es que insistió en la importancia de esas pastillas y no comprendía cómo si eran tan importantes no se las daban”.
“Nos sentimos totalmente desprotegidos. Ni nos proporcionaron en el hospital las pastillas para pasar del Viernes Santo al Domingo de Resurrección, ni nos las dieron en la farmacia. Era imposible escapar con vida”, asegura, por su parte, el viudo.
Visado médico en Andalucía
El visado médico en Andalucía es un procedimiento de autorización para ciertos medicamentos o productos sanitarios que deben ser revisados por la Inspección de Salud antes de su dispensación en la farmacia a pesar de la prescripción médica especializada.
En este sentido, Vázquez añade que es “muy triste que una persona pueda fallecer” por la demora de tres días en la aprobación de un visado de un medicamento necesario tras un infarto agudo de miocardio.
Por ello, incide en que “la interrupción o falta de inicio del tratamiento antiagregante dual incrementa de forma drástica el riesgo de trombosis del stent, reinfarto agudo y muerte cardiovascular” y exige al SAS “la eliminación de estos protocolos ineficaces que ponen en riesgo la salud de los andaluces”.
Este periódico se ha puesto en contacto con el hospital donde la paciente fue tratada sin obtener respuesta.
