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Las claves

El cáncer de piel continúa siendo una de las patologías cutáneas de mayor crecimiento en la población, y su detección precoz es fundamental para mejorar el pronóstico. Por ello, los expertos recomiendan a la población que ante lesiones sospechosas en la piel, acudan al médico.

Esta ha sido una de las conclusiones a las que han llegado los especialistas participantes en el I Curso sobre cáncer de piel para Atención Primaria, organizado por el Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Marbella.

En esta formación, los expertos han abordado la importancia de identificar lesiones cutáneas sospechosas, así como la prevención basada en hábitos de exposición solar consciente.

Entre los asistentes estaba la doctora Carmen Tienza, especialista en Dermatología, ha destacado la necesidad de que los médicos de Atención Primaria estén preparados para identificar cambios en la piel que puedan indicar malignidad.

Además, ha hecho hincapié en que “es fundamental enseñar a los pacientes a observar su piel de manera regular y acudir ante cualquier cambio, como lesiones que crecen, sangran, cambian de color o se adhieren más a la piel”.

Las queratosis actínicas son lesiones precancerosas que, según esta experta, aparecen tras la exposición prolongada al sol y requieren un seguimiento. Por ello, la población, ante la duda, debe acudir al dermatólogo.

"Los médicos de Atención Primaria pueden identificar lesiones benignas y manejar casos de bajo riesgo, evitando complicaciones y permitiendo un tratamiento más eficaz si se detecta a tiempo", ha señalado la experta.

Por su parte, el doctor Ignacio Castaño, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Marbella y organizador de este curso, ha recalcado que “el cáncer de piel es el tumor más frecuente del ser humano y su incidencia va considerablemente en aumento por el envejecimiento de la población y la exposición solar”.

Por último, el doctor José Aguilera, de la Unidad de Fotobiología de la Universidad de Málaga, ha explicado que “la clave no es evitar el sol, sino aprender a convivir con él de forma saludable: conocer la intensidad de la radiación según la hora y la estación, aprovechar la sombra, utilizar ropa adecuada y fotoprotectores de manera eficiente”.

Aguilera ha subrayado que los momentos de mayor riesgo son las vacaciones, el deporte al aire libre o las actividades prolongadas bajo el sol, y que la fotoprotección diaria es fundamental, sobre todo en pacientes con antecedentes de lesiones cutáneas o cáncer de piel.

Los especialistas coinciden en que, gracias a la mayor concienciación y a la derivación temprana, los tumores se detectan a menor tamaño y el pronóstico mejora significativamente.

Sin embargo, advierten que la incidencia del cáncer de piel sigue aumentando y que es imprescindible mantener programas educativos que fomenten la prevención y la revisión regular de la piel.