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Con el final de agosto y la vuelta al cole a la vuelta de la esquina, muchas familias optan por iniciar sus vacaciones en septiembre. Esta decisión puede ser especialmente beneficiosa para las mujeres embarazadas, que encuentran en este mes condiciones más favorables.

Así lo confirma la doctora Isabel María Blanco Herráez, jefa del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Quirónsalud Marbella.

“La primera ventaja de septiembre frente a julio y agosto es la disminución de la temperatura, por lo general hace menos calor y, por otro lado, suelen disminuir las aglomeraciones tanto en los hoteles como en los destinos de viaje debido al inicio de la etapa escolar”, destaca.

Viajar en el embarazo: lo que debes tener en cuenta

La especialista recuerda que siempre que el embarazo sea de bajo riesgo y exista una valoración previa del ginecólogo, viajar no supone un problema.

“No hay ningún problema para viajar durante el embarazo. La recomendación siempre es que las embarazadas hagan vida normal”, señala la doctora.

No obstante, subraya que “el momento ideal para realizar un viaje es el segundo trimestre de la gestación, entre la semana 14 y la 28, dado que la mayoría de las complicaciones urgentes, como el aborto, tienen lugar durante el primer trimestre. Por su parte, en el tercer trimestre, pueden aparecer malestar y mayor dificultad para moverse”.

Antes de emprender cualquier escapada, aconseja una revisión médica con ecografía incluida para descartar complicaciones como embarazos ectópicos o riesgos de aborto.

Precauciones en verano y síntomas de alerta

El calor, las largas caminatas y el exceso de actividad suelen disparar las consultas médicas en verano. En el Hospital Quirónsalud Marbella, explican que esto se traduce en síntomas como hinchazón de piernas, sensación de pesadez, mareos o enrojecimiento de la piel.

“Se recomiendan pautas como una mayor hidratación, evitar la exposición al sol o hacer reposo”, añade la doctora Blanco.

En algunos casos, sin embargo, puede haber complicaciones graves como amenaza de parto prematuro que requieren hospitalización.

Transporte y seguridad: carretera o avión

Respecto al transporte, todos los medios son seguros pero hay que tener ciertas precauciones. En coche mejor trayectos cortos, realizar paradas frecuentes y con el cinturón de seguridad bien colocado bajo el abdomen.

Si viaja en avión hay que ver las posibles restricciones de las líneas aéreas en el tercer trimestre, elegir asiento de pasillo y si el vuelo es largo levantarse de vez en cuando. Si tiene náuseas tómese la medicación para ello y evite bebidas con gas.

En el viaje, el cuidado de la alimentación e hidratación debe extremarse. También se deben evitar riesgos alimenticios: beber siempre agua embotellada o hervida, no consumir frutas o verduras sin pelar, y asegurarse de que carnes y pescados estén bien cocinados.