Son muchos los rincones que visitar en Granada, conocida por su historia y cultura, además de por su rica gastronomía. Aunque sus paisajes tampoco se quedan atrás, muchos de ellos son tesoros escondidos en el interior de los pueblos de la provincia.

Guadix, Salobreña o Almuñécar son de los más conocidos, pero, a pesar de su belleza, no entran en la selecta lista de Pueblo Mágicos de España, que recoge a una serie de municipios que presentan un encanto especial.

Esta iniciativa pretende ayudar a los pueblos a poner en valor sus recursos locales a través del desarrollo del turismo y el territorio. Los 8100 municipios incluidos destacan por la calidad y singularidad que conlleva ser conocido como un pueblo mágico.

En Granada son varios los pueblos que están incluidos en esta lista, uno de ellos es Pinos Genil. Este rincón andaluz, abrazado por las montañas y muy cerca de la capital, a tan solo 9 km, es el refugio ideal para quienes buscan escapar del ruido y conectar con la naturaleza.

Este pueblo granadino posee una belleza singular al estar situado en un estrecho valle con el río Genil, que divide su casco urbano. Su sombreada plaza, acompañada por el murmullo del agua y los cantos de los pájaros, junto a su rica gastronomía, han hecho de Pinos Genil un paraíso para los amantes de la buena cocina y la naturaleza.

Lugares para descubrir

Muy unido a Sierra Nevada desde hace casi 100 años y a tan solo 23 km de la estación de Pradollano, Pinos Genil contaba con una parada tanto para el tranvía como para la carretera. A día de hoy, el uso que se le da a este edificio es totalmente diferente.

A pesar de que la antigua estación mantiene su fachada original, allí se ubica en la actualidad el Centro de Interpretación. Para los amantes de la historia, este espacio cultural les permitirá conocer la historia del emblemático tranvía que marcó el desarrollo de este pintoresco pueblo.

Dando la bienvenida a los visitantes se encuentra la iglesia Santa Mª Magdalena, construida en el siglo XVI sobre lo que fue una mezquita musulmana. Junto a ella se encuentra el vecino más longevo del pueblo “El viejo Olmo”, con más de 400 años.

Los más curiosos pueden tomar la ruta “Descubriendo a Berta Wilhelmi”. A lo largo de este recorrido por la ribera del Genil y el casco urbano, conocerán a una mujer adelantada a su tiempo (1858-1934) que luchó por la igualdad entre hombres y mujeres.

Una de las estampas que marcan a esta ruta es la Fábrica de Papel del Blanqueo, propiedad de Wilhelmi, que contaba a su vez con una gran explotación agraria, además de una central hidroeléctrica. O también conocida como “Fábrica de la Luz”, fue la primera central hidráulica de toda la provincia.

Sabor y naturaleza

Tras un largo día descubriendo este enclave en la provincia de Granada, no hay nada mejor que una buena comida a las orillas del río. En pleno casco histórico, los amantes de la cocina podrán disfrutar del mejor arroz caldoso.  

Para los amantes de la naturaleza, Pinos de Genil es el destino ideal para una escapada. El sendero “Pinos Genil, agua que fluye” transcurre por el gran corredor verde creado por el río, que abastece a un precioso bosque frondoso. En este viaje, accesible para niños a partir de 3 años y pet friendly, podrán vislumbrar algunos de los espacios anteriores.  

El día llega a su fin y no hay nada mejor que acabarlo con una puesta de sol en el mirador, situado en la antigua vía del tranvía. Desde allí podrás contemplar cada rincón del pueblo bañado por la luz dorada.