Aunque parezca que Halloween ya ha acabado, el mejor plan para este fin de semana está en Selwo, que ha querido alargar esta terrorífica fiesta para el disfrute de los más pequeños de la casa (de 3 a 7 años, a partir de un metro). Si van disfrazados a Selwo Aventura, en Estepona, o a Selwo Marina, en Benalmádena, este fin de semana entrarán gratis, siempre acompañados de un adulto, eso sí, que pague su entrada general.

En ambos parques les esperarán brujas, vampiros, zombis, esqueletos y hasta la muerte en forma viviente, y un montón de especies diferentes que levantarán su curiosidad en un santiamén.

Reptiles, serpientes, murciélagos, hienas… muchas son las especies animales que hemos asociado, desde la infancia, o por mediación de la cultura popular, con fobias y temores irracionales.

En este sentido, el Murciélago egipcio de la fruta (Rousettus aegyptiacus) se llevaría la palma. En Selwo Aventura habitan en una gruta, y atraen no pocas miradas de nuestros visitantes más pequeños, que pueden comprobar como esta variedad de murciélago es de lo más relajada. Como curiosidad, puede decirse que tienden a estar cerca de árboles frutales, ¡son muy fruteros!



El Caimán del Misisipi (Alligator mississippiensis) es otro de esos animales que, como mínimo, causan respeto. Este nativo del norte de América es el reptil más grande de la zona, y realiza vibraciones con la garganta, produciendo un sonido gutural que crea, a su vez, ondas en el agua. Su piel es una extraordinaria dureza y grosor. Es un tipo duro, vamos. Pero los visitantes pueden observarle, tranquilo, en la zona del Pórtico de la Naturaleza.



La mala fama de la Crocuta crocuta es bastante infundada. Las Hienas manchadas son más buenas de lo que la cultura popular las ha pintado. Buenas nadadoras, de hábitos nocturnos y risueñas, son muy beneficiosas para todos los seres vivientes. Y es que, al ser carroñeras, evitan la propagación de enfermedades. Las recién llegadas a Selwo Aventura forman parte, además, del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).

Educación

Los zoos están estos días tematizados para celebrar la festividad más terroríficamente divertida, que tiene un gran arraigo, hoy por hoy, en todo el planeta. Como se sabe, la fiesta del All Hallow’s Eve -o "víspera de Todos los Santos"- se remonta a los tiempos de los druidas, en la era prerromana (siglo III a. C.), quienes oficiaban ritos para finiquitar la recolección de la cosecha, en el nuevo año celta.

Aquellos sacerdotes invocaban a Samhain, el dios de la muerte. De ahí que en la víspera de Todos los Santos (31 de octubre) como en el Día de Todos los Santos (1 de noviembre), o el Día de Muertos o Día de los Difuntos (2 de noviembre), las fiestas, rituales y ceremoniales se repitan por todo el globo.



Una de las finalidades del departamento de Educación, a lo largo de todo el año, es dar a conocer las especies que habitan en los zoos, su etología, el ecosistema en el que viven, su estado de conservación, sus modos de reproducción. Pero es que ahuyentar, también, los miedos atávicos que sentimos por algunos de estos animales, es igualmente uno de los objetivos de las charlas didácticas.

Los más terroríficos

La colección zoológica de Selwo Marina puede dar un poco de susto… A no ser que se visite el parque con la mente abierta. Nuestro amigo el Yacaré overo (Caiman latirosis) estrenó instalación hace poco y se diría que está muy cómodo y con ganas de recibir visitas. Carnívoro, oriundo de América del Sur, sufre la destrucción de su hábitat, y nos da importantes lecciones del peligro que se sufre cuando el ser humano -la especie más terrorífica que existe- codicia tu piel.



La Boa esmeralda (Corallus caninus), en el área temática de Amazonia, es otra especie de la que aprender, no tanto temer. Una de las amenazas que sufre, precisamente, es que se la caza para ser vendida como mascota. Los animales salvajes no pueden ser domesticados. Y esta serpiente lleva una vida nocturna, relajada, como buena arborícola que es.



A pesar de su nombre, la Rana flecha fantasma (Epipedobates anthonyi) está casi amenazada, y es una preciosa especie que habita los bosques densos, riachuelos y zonas de cultivos. Su carácter venenoso la emparenta con otros anfibios como la Phyllobates terribilis, considerada, según muchos, la especie más tóxica del mundo. Aunque su veneno no sea más que un escudo protector de cara a sus depredadores.

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