La falta de precipitaciones durante la primavera y las altas temperaturas sufridas están modificando el mapa de polinización, afectando sobre todo a la calidad del aire, que viene cargado de pólenes y de partículas contaminantes; lo que está provocando un aumento de los episodios alérgicos y su intensidad.

Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en el país a más de ocho millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónicas, plátano de sombra, salsola y parietaria.

Según los especialistas, "nos encontramos en plena irrupción de las alergias más frecuentes durante la primavera, las relacionadas con las gramíneas y el olivo".

"En Andalucía y en el área mediterránea, la polinización comienza siempre un poco antes que en el resto, por las altas temperaturas", ha explicado la doctora Clara Isabel Pérez Padilla, jefa de servicio de alergología de los hospitales Vithas Xanit Internacional y Vithas Málaga, que ha añadido que, "se está produciendo una floración más intensa del olivo".

En cuanto a las gramíneas, los alérgicos se están enfrentando a una primavera leve. La alergóloga puntualiza que "al no haber precipitaciones, la floración de estas es mucho menor y existen bajos niveles de polinización, por lo que los alérgicos a las gramíneas lo van a notar menos".

El peor de los escenarios para un alérgico es que no llueva durante la primavera. Por ello, desde el servicio de alergología del Hospital Vithas Xanit han destacado la importancia de la adherencia al tratamiento en alergias respiratorias y explican que las vacunas se convierten en el único tratamiento que consigue interferir en la evolución natural de estas alergias, reduciendo los síntomas e impidiendo que el proceso empeore.

SÍNTOMAS

Algunos de los síntomas que puede tener un paciente con alergia son: picor nasal, ocular, en el paladar e incluso picor de oídos, acompañado en la mayoría de los casos de mucosidad, congestión nasal y estornudos.

El enrojecimiento de los ojos, lagrimeo e incluso formación de ampollas o bolsas pueden ser otros síntomas derivados de una alergia. La dificultad respiratoria, tos o ruidos como pitos en el pecho son también comunes cuando se padece un asma alérgico.

"Ante la presencia de algunos de estos síntomas, se recomienda que el paciente acuda al hospital para que el alergólogo valore su caso y determine si precisa tratamiento de inmunoterapia y así prevenir los síntomas y crisis durante la primavera", ha explicado Pérez Padilla.

RECOMENDACIONES

Para sobrellevar la alergia primaveral "es importante evitar las estancias en el campo o en zonas con abundante vegetación, sobre todo en los días con viento. También se recomienda dormir con las ventanas cerradas y, si se viaja, hacer esta misma operación con las ventanillas del coche y empleando filtros antipolen en la ventilación del vehículo".

"El uso de gafas de sol y evitar la exposición a irritantes inespecíficos como humos, polvos u olores fuertes también puede ayudarnos a sobrellevar mejor la alergia", ha explicado la especialista.

A veces, los síntomas de una rinitis alérgica y de un resfriado prolongado pueden ser similares. Por eso, es frecuente que muchas de las personas que padecen rinitis alérgica la confundan con un resfriado prolongado. Ante esta situación, "retrasar el diagnóstico y el tratamiento aumenta la posibilidad de desarrollar asma", ha explicado Pérez Padilla.

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