La Diputación de Málaga ha editado la Guía del Visitante del Desfiladero de los Gaitanes, una publicación de más de 200 páginas que muestra los valores naturales más destacados de este paraje natural, una huella de la presencia del hombre en la zona desde el Paleolítico Inferior.

La relevancia de los hallazgos encontrados ha convertido a este territorio en uno de los referentes para el estudio de la Prehistoria del sur de la Península Ibérica.

Aunque la presencia del hombre ha sido continuada, el uso del espacio se intensificó en los siglos XIX y XX, con la construcción de una línea del Ferrocarril Málaga-Córdoba en 1866 y un conjunto de presas, embalses y centrales de aprovechamiento hidroeléctrico.

Precisamente, un camino de servicio para el mantenimiento del canal que conectaba la presa de Gaitanejo y la central hidroléctrica del Chorro fue el origen del Caminito del Rey.

VALORES

La primera parte de esta publicación se centra en los valores más destacados del Paraje Natural, comenzando con un recorrido por la singular geología de este espacio.

Cabe destacar la diversidad litológica de las montañas, donde se combinan rocas de distinta naturaleza química y edades. Aunque cuenta con filitas y cuarcitas del Pérmico con 300 millones de años, destacan sobremanera los imponentes relieves de las montañas con tajos, escarpes y sobre todo la profunda garganta fluvial excavada por el río Guadalhorce que otorga el nombre al Espacio Protegido.

La disposición vertical de los estratos geológicos permite realizar un viaje en el tiempo andando por los cañones del Caminito del Rey al recorrer 55 millones de años de sedimentos en el orden en el que se fueron sedimentando a lo largo del periodo Jurásico.

Dentro de la fauna existente merece especial mención la presencia de aves rupícolas, que encuentran refugio y alimentación en los riscos, tajos y canchales. Aquí se incluyen tanto grandes rapaces como pequeñas aves insectívoras. Las águilas real y perdicera, el halcón peregrino, el buitre leonado o una de las últimas parejas en la provincia de alimoche común son las rapaces más señeras del Desfiladero de los Gaitanes.

Entre las especies insectívoras se encuentran la chova piquirroja, el colirrojo tizón, el roquero solitario o la collalba negra que se alimentan de invertebrados que capturan entre las rocas o en los pastizales de montaña. Por su parte, el vencejo real y el avión roquero dan buena cuenta de los insectos del plancton aéreo que capturan en pleno vuelo.

Otra fauna rupícola a destacar son la cabra montés (Capra pirenaica) con importantes poblaciones en esta sierra o los murciélagos cavernícolas, como el murciélago de cueva (Miniopteros schreibersii) o el ratonero grande (Myotis myotis) que encuentran refugio y lugar de reproducción en la multitud de cuevas y galerías que jalonan este espacio.

También hay que señalar la presencia de anfibios que se reproducen en la charcas y pilares de estas sierras, destacando el sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi), especie de interés comunitario y la salamandra común (Salamandra salamandra).

En las grietas y fisuras de los paredones casi verticales de este espacio nacen rarezas botánicas que presentan una distribución muy limitada, estando algunas de ellas amenazadas. Entre estas especies se encuentran la doradilla vellosa (Consentinia vellea), los conejitos (Rupicapnos africana subsp decipiens) o la Hippocrepis tavera mendozae. Por su interés botánico también destacan los sabinares de sabina caudada (Juniperus phoenicia subsp. turbinata) que por su ubicación lejos del litoral constituyen una comunidad vegetal única en el contexto andaluz.

El Desfiladero de los Gaitanes es también un lugar para su visita y disfrute. Cuenta con una serie de infraestructuras y equipamientos de uso público entre los que destacan los miradores y los siete senderos homologados.