La alegría de tener hermanos es algo que va por casas. Mientras unos desearían no tenerlos para no repartirse con ellos la herencia de las tierras, otros creen que haberse criado con nueve criaturas más es una de las mejores experiencias que pueden atesorar en su interior. Por otra parte, están los hijos únicos que no saben la suerte que tienen y que, en ocasiones, se sorprenden a sí mismos echando de menos un hermano pequeño al que hacerle perrerías.

Como si la experiencia de Caín y Abel no nos hubiera enseñado nada, hay quien, tras el final de la II Guerra Mundial, se ha dedicado a potenciar la figura del hermanamiento entre ciudades. Práctica que, como cualquier otra cosa que le resulta simpática al personal, se ha extendido a lo largo de todo el planeta, fundamentalmente porque no implica nada, ni supone ningún esfuerzo, aunque queda bonito.

Oh, claro, los motivos del hermanamiento son muy loables, por supuesto: las razones esgrimidas son muy variadas: desde declaraciones de solidaridad y cooperación mutuas, pasando por compartir elementos de promoción turística, acciones culturales, puesta en práctica de proyectos en común… Vaya, cualquier vaguedad que sirva de excusa para decir que tu ciudad es hermana de otra.

¿Cómo surge esta gran y bella idea?

A pesar de lo tonto que pueda parecer el asunto, como hemos escrito la historia del hermanamiento simbólico entre ciudades comienza con el objetivo de crear vínculos entre las diferentes ciudades europeas y fomentar las buenas relaciones tras la II Guerra Mundial. La idea se fundamentó en el movimiento de Ciudades Hermanas Internacional creado en 1956 por el presidente de estadounidense Eisenhower.

El municipio de Teba y la ciudad de Escocia Melrose están hermanados. Douglasdaysteba.com

Así, uno de los fundadores europeos de este proyecto, el francés Jean Bareth (todos sabemos que los franceses son muy de arrimarse), justificaba el hermanamiento en la meta de que dos ciudades hicieran notoria su unión para actuar con una perspectiva europea y establecer lazos de amistad estrechos.

La idea no ha quedado sólo limitada al espacio europeo, aunque sigue dando algunas ventajas: por ejemplo, facilita los intercambios de estudiantes en las prácticas Erasmus, de modo que todo aquel que quiera estar borracho durante meses en otro país puede hacerlo sin mayores complicaciones.

En cuanto a los motivos…

Muchas ciudades se hermanan entre sí por cuestiones políticas y vinculaciones estratégicas. Otras, por simple proximidad geográfica, y de esta forma buscan mantener buenas relaciones. De hecho, hay que recordar que el hermanamiento no se da sólo entre ciudades de distintos países, sino que también se produce dentro del mismo estado.

Además, hay causas que se motivan por los flujos migratorios, el recuerdo fundacional o la relación topónima. Como ya escribimos en EL ESPAÑOL de Málaga hace algunas semanas, Málaga, por ejemplo, fue el nombre que muchos colonizadores emplearon para bautizar las nuevas ciudades que se iban creando en el Nuevo Mundo. No obstante, ninguna de éstas está, curiosamente, hermanada con nuestra ciudad...

Passau, la hermana alemana de Málaga.

De igual modo, un motivo frecuente es que las ciudades compartan una actividad económica similar. Un ejemplo de esto sería el turismo de lujo, lo que hace que Marbella sea hermana de la estadounidense Miami Beach, Punta del Este en Uruguay, Doha en Catar y Yeda en Arabia Saudí.

Y, bueno, ¿de quiénes son hermanas las localidades de Málaga?

En nuestra querida provincia malagueña hay numerosos ejemplos de hermanamiento entre ciudades. De hecho, las ya mencionadas no son las únicas hermanas de Marbella: el total incluye a Playa del Carmen de México; Baler de Filipinas; Nevers y Cabourg de Francia; Nabeul de Túnez y la japonesa Kure. ¡Cómo se nota que el hermanamiento cuesta gratis, eh!

Uno de los hermanamientos más famosos de la provincia es el que se establece entre Macharaviaya y la ciudad de USA Pensacola. Y ¿cuál es su relación? Pues el ahora célebre Bernardo de Gálvez, el vecino macharatungo que se convirtió en un héroe de la Guerra de Independencia estadounidense (a favor de los americanos, ojo, y en contra de los británicos. Nota del autor: aunque mató a menos ingleses que los balcones de Mallorca). ¡Toma ya!

Francisco Salado anuncia en Pensacola la concesion del titulo de hijo predilecto de la provincia a Bernardo de Gálvez. Diputación de Málaga

Otro de los hermanamientos más difundidos de la provincia es la unión que existe entre Teba y la ciudad de Escocia Melrose, y cuyos motivos desgranamos en este reportaje que enlazamos amablemente en este hipervínculo y que se resume en que dos supercolegas querían hacer un viaje para combatir en Jerusalén durante las Cruzadas. Destripe: la cosa salió mal, pero mucho más divertida.

Otra historia que ya hemos reseñado por estos lares, la del hundimiento de la fragata alemana Gneisenau en la bahía de Málaga, es el origen del hermanamiento de la capital costasoleña con la ciudad alemana de Passau. Un hermanamiento que le salió a cuenta a los malagueños que recibieron por su acción heroica un puente y la denominación de 'Muy hospitalaria' (sobre todo para los de fuera).

Los últimos de Filipinas.

Volvemos de nuevo a Marbella y a su hermandad con la ciudad filipina de Baler. Un hermanamiento que comparte con el Valle de Abdalajís, ya que ambas localidades enviaron a dos de sus vecinos a resistir ante los independentistas del país asiático y se convirtieron en dos de los llamados "últimos de Filipinas".

Otros hermanamientos

Como hemos escrito, lo de hermanarse es bien barato, por lo que en la provincia el municipio que no tiene un hermano es porque no quiere. Y como son muchos, vamos a hacer un listado rápido que tampoco es cuestión de escribir una tesis: Málaga capital se hermana también con Bergen (Noruega), El Aaiún (Sahara Occidental), Faro (Portugal), Mobile y Galveston (EE.UU.), Manila (Filipinas), Popayán (Colombia), Tiro (Líbano) y Melilla.

Más hermanamientos: Arriate con la catalana La Junquera; Benalmádena y las ciudades Finale Ligure (Italia), Alhaurín de la Torre, Nuevitas (Cuba) y Dongying (China); Casares con San Cristóbal de República Dominicana; Archidona con la cordobesa Lucena; Istán con Tifariti en Sahara Occidental; Sayalonga con la localidad granadina de Otívar y la ciudad Piaggine de Italia; Antequera con Agda en Francia; Manilva con la rumana Piatra Neamt y con la ciudad italiana de Beinasco; Torrox con la francesa Mauleón; Nerja con Pescia, en Italia

Y la cosa sigue y sigue.

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