La investigación sobre la muerte de un hombre de 35 años en Torremolinos después de ser reducido por agentes de la Policía Nacional sigue abierta.
El fallecido, según han contado sus amigos, se llamaba Haitam y era de origen marroquí. Según fuentes policiales, murió tras sufrir un infarto en el momento del arresto por un supuesto robo, algo con lo que su entorno no está del todo de acuerdo, llegando incluso a montar un altar en su recuerdo en la puerta del locutorio donde falleció, pidiendo "justicia".
El suceso ocurrió este pasado domingo en la calle Hoyo de Torremolinos, cuando la Policía Nacional lo reducía por un supuesto intento de robo en el citado establecimiento.
El Servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió una llamada alertando del suceso y de la agitación del hombre sobre las 19:45 horas y fue la Policía Nacional la que, una vez en el lugar, solicitó la asistencia médica para atender a un hombre que había entrado en parada cardiorrespiratoria.
Los agentes de la Policía Nacional acudieron al establecimiento, en la calle Hoyo, para detener al supuesto ladrón después de que fueran alertados de que el personal del establecimiento había conseguido retenerlo en la tienda bajando la persiana, pero este se encontraba, siempre según las fuentes policiales, en "un gran estado de agitación".
Desde la Comisaría Provincial de Málaga aseguran que los agentes acudieron al lugar y se encontraron que el hombre entró en parada cardiorrespiratoria. Aunque tanto los policías como los efectivos del 061 le practicaron las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), estas resultaron infructuosas.
Tanto la Policía como el 061 confirmaron el fallecimiento y se activó el protocolo judicial para el levantamiento del cadáver y su correspondiente autopsia.
"Justicia para Haitam"
Frente a esta versión, los amigos de Haitam aseguran que están "consternados" porque, siempre según su relato, el hombre "no quería robar". El relato de ambas partes se contradice.
Según la versión que algunas fuentes cercanas al fallecido han trasladado en redes sociales, Haitam accedió al local algo alterado pidiendo un cargador, "no para robar". El tendero no lo entendió bien, creyó que sus intenciones eran malas, y este lo encerró en el locutorio a la espera de la llegada de la Policía, que, aseguran, ejerció "abuso policial" sobre él.
En un vídeo que han difundido en redes sociales se aprecia a Haitam tras el mostrador de la tienda tocando lo que parece ser un cargador y conectándolo a un móvil. Mientras, un agente se le acerca con una táser.
Y luego, en otro vídeo y tras un corte, se ve cómo Haitam está en el suelo, a gritos, mientras agentes lo retienen. "Quieto, o te pego otra", se oye en el vídeo difundido, con los gritos de Haitam de fondo.
Fuentes de su entorno señalan que están muy dolidos con la pérdida y que su familia, especialmente su madre, está totalmente destrozada.
De la misma forma, otra persona cercana a Haitam ha publicado en sus redes sociales que el joven habría salido "hace unos días en libertad". Así, ha escrito que el fallecido le prometió "no darle más sufrimientos" a su madre y que ya lo notaba "cambiado".
Otras fuentes apuntan que antes de acceder al locutorio pasó por un local de kebabs gritando, teniendo que ser expulsado por trabajadores del establecimiento.
En este sentido, la noche del pasado lunes sus amigos y familiares organizaron una convocatoria en su recuerdo en la puerta del local donde ocurrió todo, que empapelaron con frases como "Justicia para Haitam", "Justicia para mi emperador","Que Dios te guarde en su gloria", "En este local han matado injustamente" o "Escúchame, donde estés voy a estar contigo".
Desde el entorno del fallecido denuncian un "uso desproporcionado de la fuerza", utilizando una pistola táser.
Este periódico ha intentado contactar en varias ocasiones con el dueño del locutorio, sin éxito hasta el momento, para conocer su versión de los hechos, que siguen siendo investigados por la autoridad judicial para lograr un esclarecimiento total de los hechos y evaluar si la intervención policial se ajustó a lo que señala el protocolo.
