En 1999 The Economist publicó un artículo (Education, Education, Education, 8 de abril de 1999) defendiendo las reformas del sistema educativo en el Reino Unido. El ministro del ramo era David Blunkett.

En los años 60 y 70, el sistema educativo inglés era de los mejores del mundo. Sin embargo, la creciente destrucción de la cultura del mérito y las métricas objetivas, la implantación de un modelo igualitarista llamado “comprehensive ideal” que fomentaba que todos los alumnos, centros y profesores tuvieran un trato idéntico, llevó a que en los 90, el 19% de los británicos de entre 30 y 40 años, los alumnos de aquel sistema tenían dificultades para comprender lo que leían.

A pesar de las reformas, y de la preocupación, Reino Unido lleva años estancado entorno a los 494 puntos en comprensión lectora en el informe PISA por encima de la media de la OCDE (436) pero por debajo de la vecina Irlanda (516) y muy lejos de las regiones selectas de China (Peking, Shanghai, Jiangsu, Zhejiang) con 550 puntos.

Atentos a la correlación directa entre el nivel educativo de los alumnos de colegios de estas regiones y el rendimiento de sus universidades, las mejores de China y camino de las mejores del mundo.

¿Puede haber universidades excelentes sin universitarios, docentes, discentes y alumnos excelentes? ¿Pueden estas universidades surgir como setas sin estar en un ecosistema educativo con colegios e instituciones de educación secundaria excelentes?

El otro día me dijo un buen amigo que hay personas a las que comparte mis artículos dominicales, con la ilusión de extender el debate de “El rey está desnudo”, que no comprenden lo que escribo.

Empecemos por la humildad. Me lo tengo que repensar y ver si los hago más cortos, más simples, con vocabulario mejor extendido, con menos saltos conceptuales, más estructurados y lineales. Escribir “mejor” para llegar a más gente. Tomo nota.

También me decía que muchas de las referencias geográficas, pero, sobre todo, históricas, autores, civilizaciones, no las conocen o no comprenden lo que significan y que o las quito o las explico. Tomo nota.

Bromeando, me habló de la lata que doy con Tartessos, con Orce, y nuestra Prehistoria. Yo aquí, me sentí “touché”. Del poco tiempo que los humanos llevamos en el mundo, más del 90% ha sido Prehistoria.

Estoy indignado porque ahora los currícula pretenden enseñar la historia a partir de la Revolución Francesa. Ahora, sí que, si menciono Cancho Roano, La Tablada, El Carambolo, Cerro Salomón, las Casas del Turuñuelo, la Mata, Aliseda…, recorriendo yacimientos desde Cáceres, Badajoz, Huelva, el Algarve, Sevilla, Coria, Alcalá de Guadaira, Carmona…, nadie me entenderá.

Hablamos de la importantísima labor que hace un andaluz ilustre, el exministro, empresario, y editor humanista Manuel Pimentel. Su editorial, Libros de la Almuzara, está rescatando esta parte importantísima de nuestras raíces culturales e históricas.

El propio Pimentel es autor de Leyendas de Tartessos. Tuvo que venir Adolf Schulten a abrir una línea investigadora y rescatar en sus propias palabras una de las Historias más antiguas de Occidente.

Jorge Bonsor, Rafael Satrústegui, Diego Ruiz Mata, José Manuel Fernández Rodríguez, Sebastián Celestino y Carolina López – Ruiz… siguieron tirando de la hebra tartésica. ¿Para quién, para qué han investigado y publicado excelentes trabajos, sobre la cultura, la sociedad, las relaciones con los pueblos del mediterráneo oriental, especialmente griegos y fenicios? Almuzara, sin embargo, no deja de crecer y evolucionar, hay personas interesadas en conocer más y mejor las bases de nuestra cultura.

Lo que me sorprendió más en la conversación con mi amigo, una vez aceptado que puedo y debo escribir más clarito, es que algunos de los que dicen no entender son docentes.

Me fui a ver cómo andamos en comprensión lectora y en PISA 2025 España estaba en 247 puntos. Por debajo de la UE, de la OCDE, casi la mitad que China, Reino Unido o Rusia (440).

Este año hemos sacado el peor nivel de comprensión lectora desde 2009. Todo el mundo con el TikTok, el Instagram y chorradas en redes sociales y en los medios, con contenidos y tertulias vacías, con los mismos opinadores sincronizados en todas partes, pero nadie ha puesto el grito en el cielo sobre el enorme deterioro de nuestra educación y la losa que ello supondrá a una inmensa mayoría de conciudadanos.

¿Nos quieren tontos? Van por buen camino. El 31% de la población adulta española está en el nivel más bajo de competencia lectora, el doble que países punteros como Japón (10%). Sólo el 4% de los adultos españoles alcanza los niveles más altos de comprensión, frente al 35% de Finlandia o el 11% de media de la OCDE.

Esto, en un país serio, instruido y formado, de padres preocupados por el futuro de sus hijos, de patriotas preocupados por el futuro de sus países, de nacionalistas preocupados por el futuro de sus naciones, de políticos preocupados por el futuro de sus bases, de jóvenes preocupados por su propio futuro, debería haber sido un escándalo, haber exigido responsabilidades políticas, reformas profundas, refuerzos del sistema educativo, mejora de los contenidos y de la calidad de los docentes, mejoras de las retribuciones e incentivos a los docentes que obtienen mejores resultados educativos…. Un Pacto de Estado.

¿Recuerdan Vds., que, desde la sociedad civil, desde Ametic en particular, cuando Ametic se preocupaba del presente y futuro de la industria española de España, reivindicamos tres pactos de Estado? De los tres, si había que elegir, el primero el de la Educación. ¿Han visto Vds., a los responsables políticos ocuparse lo más mínimo de esto? ¿Conocen Vds. las propuestas de los principales partidos en este campo, el contenido de sus programas, está la educación en las negociaciones continuas que mantienen el actual gobierno en pie? ¿Es una prioridad para alguien?

Aquí viene Zelensky, esta semana, de ruta europea a pasar la gorra, y se lleva 800 millones. En los años 22 a 25 les hemos aportado más de 1.500 millones. Y sin presupuestos aprobados. Cuestión de prioridades.

¿Tenemos maestros y profesores curiosos, proactivos, motivados, bien formados, respetados, admirados e incentivados? Me gustaría saber qué hubieran opinado Giner de los Ríos, Machado o Ferrer i Guardia.

China invierte 0.5% menos sobre el PIB y va mejor. Por tanto, no solo es cuestión de dinero, también de sistema y cultura. Para ellos, la educación es lo más importante para la sociedad y el maestro es muy respetado.

Me da la impresión de que cada vez habrá más maestros que ni puedan ni quieran entender estas filípicas. Y así nos va.

¿Borraremos la Contrarreforma, el Barroco y el Siglo de Oro de la enseñanza? ¿Por qué no hay nadie antes de Platón en las pruebas de Historia de la Filosofía? ¿Dónde está Locke, Hobbes, Spinoza? ¿Por qué solo hay dos autores de cultura hispana, la sefardí de Spinoza y la germanófila de Ortega sin el resto de los autores de pensamiento genuinamente hispano?

¿Quién ha sacado el estoicismo? ¿Dónde está Séneca, Averroes, Ibn Gabirol? ¿De verdad que no vamos a enseñar la Escuela de Salamanca desde Francisco de Vitoria, Francisco Suárez, hasta Unamuno? ¿Ignoraremos a María Zambrano? ¿Por qué no enseñamos la historia la España Americana?

¿Por qué los chinos conocen nuestra civilización y geografía mucho mejor que nosotros la suya?

Duplicando nuestro rendimiento, los británicos siguen ocupados en que su sistema educativo sea puntero. En 2024, invirtieron 12.035 millones de euros frente a los 6.700 millones de España que, un 10-15% por debajo de la media de la OCDE. Los británicos están estancados, pero nos duplican en resultado, incrementan el esfuerzo presupuestario en formación, existe debate público y exigen a sus gobernantes.

Por encima de los retos demográficos, climáticos, geopolíticos, tecnológicos, está el riesgo educativo. Un país sin formación no resolverá ninguno de los retos que se avecinan. Escuchen a los pésimos líderes de una UE que se hunde. A ver cuánto hablan de Educación, Educación, Educación.