Recientemente he asistido al congreso internacional de Turismo y TIC (Turitec) organizado por el Instituto Andaluz de Investigación e Innovación de la Universidad de Málaga que tiene como objetivo el fomento e intercambio de conocimiento en el ámbito de las tecnologías de información y comunicación aplicadas al sector turístico.

Se trata de un encuentro en el que se presentan soluciones para un turismo más sostenible, más eficiente y competitivo. En el mismo varios de los participantes hicieron hincapié en el hecho de que el sector turístico español, y por extensión el andaluz, se encuentran a años luz de ventaja en lo que a capacidad innovadora respecto a otros mercados se refiere.

"Estamos donde el resto de los destinos no pueden aún soñar", dijo uno de los ponentes. Precisamente el análisis de datos, el uso de recursos digitales, etc, …. son el combustible que permite diseñar las estrategias que conducen a la situación exitosa en la que nos encontramos, que a su vez nos lleva a estirar unas costuras que masifican algunas de nuestras ciudades.

Pero, mientras nos damos codazos para poder pasear por Calle Larios o nos desesperamos por encontrar una vivienda asequible que reemplace el apartamento turístico que ha ocupado nuestra anterior morada, hay que seguir buscando caminos para que la riqueza y el bienestar del turismo sean repartidos equitativamente y no sean el combustible de la desigualdad y la precariedad.

En este sentido, quisiera poner en valor a modo de ejemplo cuatro proyectos turísticos innovadores que conozco bien de primera mano y que demuestran que aún hay campo para desarrollar un turismo sostenible e inclusivo. No son la solución definitiva, que no existe, pero son la muestra de que aún hay mucho por hacer. Por cierto, tres de ellos liderados por mujeres (y el cuarto también).

La preocupación por el turismo azul sostenible no es nada nueva para Verania Medina Almeida, pionera del turismo azul moderno y cuya empresa de experiencias marítimas en Benalmádena (Costasol Cruceros) fue la primera a nivel peninsular en obtener el reconocimiento de bandera azul para sus embarcaciones.

Desde hace un par de años llevamos embarcados en el desarrollo de productos que permitan a personas ciegas disfrutar de excursiones turísticas, especialmente en el mar a través de la impresión 3D y la realidad aumentada. No es un tema menor el del turismo inclusivo, pero nuestras empresas, monumentos y ciudades no están preparadas para ser acogedoras a personas con algún tipo de diversidad funcional.

Por otro lado, el turismo de caravana tiene mala prensa en nuestra región. En cambio, quien invierte 60.000 € (o mucho más) en adquirir una caravana o quien paga 3.000 € por alquilarla una semana es, sin duda, un visitante con un importante nivel adquisitivo pero que no dispone ni de una oferta ni infraestructuras adecuadas, lo que genera situaciones indeseadas en las ciudades.

Frente a ello, Ulrike Ulrich-Wolf, una empresaria alemana residente en Nerja, se ha aliado con bodegas en el interior con el fin de diseñar rutas y experiencias únicas en lugares con encanto no masificados.

Es una oportunidad perfecta para descongestionar determinados destinos, a la vez que promover nuestros productos locales. De hecho, gracias a su participación en networkings de la asociación empresarial Deutsches Wirtschaftsforum Andalusien (DWA), ha podido hacer crecer su proyecto a otras provincias.

Un planteamiento similar es el de Ana María García, empresaria del sector de alquiler de coches a través de la empresa familiar Prima Rent, criada en Alemania, presidenta de la patronal AESVA y también socia de DWA.

Miles de turistas alquilan cada año sus vehículos para ir a los destinos turísticos más conocidos y, tanto ella como su equipo, se esfuerzan en dar a conocer los encantos de esa Andalucía que no siempre sale en los anuncios ni en las revistas de viaje y que no saca partido de los millones de visitantes que vienen a conocer nuestra región.

No se trata de masificar nuevos destinos, sino de distribuir mejor las experiencias que buscan nuestros visitantes, y este tipo de empresas son un vehículo perfecto para ello (nunca mejor dicho).

Una queja recurrente es la de la falta de personal para el sector, pero la realidad es que hay falta de personal cualificado y nuestros planes de estudio no evolucionan al ritmo que marca la sociedad.

Frente a ello, FEDA Madrid ha puesto en marcha en Málaga un innovador proyecto de FP Dual Alemán en Málaga en el que el alumnado realizará un 65% de prácticas y tendrá un 35% de carga lectiva, entre otras novedades. Además las prácticas se realizarán en todos los departamentos de la empresa que les acoge.

No olvidemos que, en el modelo alemán, las competencias de la formación profesional recaen directamente en las empresas y, en este sentido, el papel de AEHCOS y los hoteles participantes ha sido crucial. Al igual que el empuje que desde FEDA han impulsado Claudia Dittrich (¡cuántos kilómetros hemos andado!) y Julia Großpietsch y Alba Soto desde AEHCOS.

Además del liderazgo femenino, estos ejemplos tienen un elemento en común: se trata de iniciativas surgidas del sector y que han necesitado un plus de corazón y esfuerzo porque se trataba con frecuencia con administraciones que no se encontraban preparadas para planteamientos novedosos.

Por ejemplo, en todos los casos mencionados ha habido dificultades para acceder a programas porque, a pesar de ser empresas claramente turísticas, sus actividades no cuadraban plenamente con las de las diferentes convocatorias y con frecuencia deben ir dando tumbos de ventanilla en ventanilla: que si no es turismo, que es inclusión; que si esta actividad no forma parte del registro de actividades turísticas, y así un largo etcétera de excusas para quitarse el mochuelo de encima.

Quizás hay que ir pensando en nuevas formas de abordar el turismo más allá de las grandes cifras de ocupación generando más y mejores espacios para más proyectos innovadores y herramientas aún más flexibles para su puesta en marcha.