Al otro lado del charco se extiende el Modernismo, hay tesoros gastronómicos, playas impensables, beneficios fiscales que difícilmente se pueden igualar, gente acogedora, y se puede emprender y hacer negocios.

Al otro lado del charco está Melilla, un trocito de España que quiere mostrar todo su potencial, que es mucho. Y lo hará el próximo 17 de Noviembre, en Madrid. Y más concretamente, en la sede de la CEOE, en un evento organizado por El Español, que comenzará a las 11.30, bajo el título: “Melilla, un lugar para vivir e invertir. Una puerta al comercio exterior.” Pueden inscribirse en este enlace.

Seguramente, ese día no habrá en la Península mayor concentración de melillenses por metro cuadrado, incluyendo al que aquí escribe.

Hablaremos de las ventajas fiscales que ofrece Melilla, pero no desde un punto de vista meramente teórico, sino con ejemplos concretos. Seguro que sorprenderán a los asistentes los variados casos en los que es posible obtener una fiscalidad muy ventajosa por apostar por Melilla, sin necesidad de tener que trasladar allí la residencia fiscal.

Y todo ello bajo una legislación más que consolidada, que ha resistido cambios en el color político, lo cual otorga un grado de seguridad jurídica más que atractivo.

Habrá una mesa redonda con ponentes de primer nivel, del mundo empresarial, del emprendimiento… que trasladarán una visión de las distintas posibilidades que ofrece Melilla a quienes se decidan a hacer negocios en la ciudad.

Hay sectores que hoy encuentran en Melilla un terreno fértil y competitivo. El comercio internacional y la logística, aprovechando su puerto y su función de enlace transfronterizo, tienen espacio para crecer con eficiencia.

El turismo cultural y deportivo, impulsado por su patrimonio modernista y su litoral, puede escalar con propuestas de valor diferenciadas.

Los servicios tecnológicos y digitales, desde ciberseguridad hasta desarrollo de software y centros de soporte, se benefician de costes optimizados y de un ecosistema cada vez más conectado.

La economía azul, con soluciones portuarias inteligentes, encaja con su vocación marítima. Y los servicios profesionales —consultoría, legal, contabilidad, formación ,…— encuentran una demanda en expansión, ligada a la transformación del tejido empresarial.

Quien llega a Melilla descubre rápidamente que integrarse en su ecosistema es sencillo. La ciudad es acogedora, y tiene redes cercanas y una cultura empresarial abierta a la colaboración, con asociaciones empresariales y un Clúster de Emprendimiento que merece la pena conocer.

El 17 de noviembre, la sede de la CEOE será una invitación a mirar Melilla con ojos nuevos. A verla como un puente. A pensar que al otro lado del charco no solo hay un destino: hay una promesa. Y esa promesa tiene nombre propio. Se llama Melilla. Y está lista para despegar.

Para terminar, y hablando en “melillense”, estaremos encantados de recibir, el próximo día 17, a todo aquel que esté interesado, aunque vaya allí a “entanarse”, solamente para “fosconear”.