Brindamos en Fin de Año tras un 2024 que ha sido generoso y lleno de oportunidades en nuestro sector y provincia. Con la sensación del trabajo bien hecho y el esfuerzo recompensado. No solo ha sido un buen año para nosotros, si no para todos los que nos rodean, el ecosistema de servicios profesionales en Málaga y Costa del Sol ha vivido un gran año.

Siempre me han gustado las Navidades, más allá de su componente religioso, por lo que conlleva de reflexión y balance del año. Pero, sobre todo, porque es uno de los pocos períodos del año en el que estar en casa y ver películas y descansar está bien visto.

Cuando era estudiante, siempre esperaba con ilusión las notas y mis hijas me dicen que debía ser la rarita de mi clase. Yo les recuerdo que los raritos de hoy serán los jefes del futuro y que no encajar, a veces, es bueno. Pero seguramente no me escuchan, competir con Lolalolita es complicado.

Y comienzo el año con una clara sensación de euforia. Mientras muchos foros manifiestan su preocupación por el compromiso del talento joven y el desafío de las nuevas tecnologías, yo no puedo evitar ver oportunidades en todas partes. Es, sin duda, el momento de las firmas de tamaño medio. Es nuestro momento.

Tradicionalmente, los mejores estudiantes querían (queríamos) trabajar en grandes corporaciones. En una “Big four”, si habías estudiado Económicas. Y nos entregábamos en un éxtasis de penitencia a trabajar 15 horas al día confiando en que el universo capitalista recompensaría nuestro sufrimiento.

Actualmente, aquellos estudiantes que son hoy socios se escandalizan cuando los becarios quieren salir a su hora, sin darse cuenta de que el mundo ha cambiado. Y cuando el mundo cambia, solo hay dos opciones, cambiar o quedarte a un lado. Que se lo digan a Rubiales (ver artículo “Sr. Rubiales, la vida ya no era esto”).

Hace 20 años hubiera sido imposible competir con las grandes firmas por los primeros estudiantes de cada promoción. Hoy día son muchos los que declinan trabajar tantas horas y buscan poder tener un desarrollo profesional integral y equilibrado, ¿poco ambicioso? Todo lo contrario, muy inteligente.

Porque las nuevas generaciones son muy inteligentes y es una realidad. Querer tildarlas de poco comprometidas es querer dilatar el final de un sistema que ya no funciona.

Las nuevas generaciones están curadas de ego, son diversas y comprometidas y saben que los trajes y relojes caros no ganan inspecciones. El despacho tradicional ha muerto y el que no se haya dado cuenta, está abocado al olvido.

Y eso solo por la parte del talento. En cuanto a la inteligencia artificial, es sin duda un desafío, pero nunca tuvimos a nivel de usuario herramientas tan potentes. Nunca el talento de una única persona había podido elevarse de forma tan exponencial. Estamos en el momento en el que un equipo pequeño es capaz de hacer las más grandes cosas y debemos aprovecharlo.

La IA es una gran democratizadora, pues ha puesto a disposición de todos unas herramientas de gran potencial. Sólo aquellos con mayor capacidad de adaptación serán los vencedores, ¡Darwin babe!, no hay nada nuevo.

Escuchaba con gran acierto decir a un especialista en IA de Freepick que “la IA no va a quitar el trabajo a los abogados pero sí que el abogado con experiencia en IA desplazará a aquel abogado que no la tenga”. Fue una frase reveladora.

Y así, con la ilusión de un adolescente comenzamos el año 2025. Nada es casualidad y es que este año MDG Advisors cumple 15 años. Muchos años si los sumamos en esfuerzo y crecimiento, pero pocos en una vida y con la sensación de que esto es sólo el principio.