De nuevo un informativo

de difusión nacional

a Málaga sacó brillo

y de nuevo para mal:



el personal sanitario

del Hospital Regional

resultaba contagiado

por mor de la Navidad



y sus sonados festejos.

Y parece que es peor

que si me contagio yo

en una bulla en el centro



bajo un trono de la Magna,

en una boda o bautizo,

en el colegio mis hijos

o donde le dé la gana



al bicho con quien conviven.

La responsabilidad

no falta en un hospital

y que a nadie se le olvide:



detrás de las batas blancas

no encuentras sino personas,

sin más defectos ni faltas

que las de cualquiera otras.



Se ve que no es reprochable

colapsar a lo que dé

el centro de las ciudades,

que no haya libre un hotel,



que se cuelgue el no hay billetes,

el no se admiten reservas

y a quienes llenan las mesas

les golpee el martinete



de quienes a la vez dicen

que extrememos la prudencia,

pero llenemos felices

las calles y plazoletas.



Entretanto, un enanito

que aún no pudo crecer

en el club de Martiricos

y se llama Cenk Gonen



le ha puesto los planes finos.

a José María Muñoz.

Para la mierda que vino,

con ruina y autogol



mejor haberle dejado

allá de donde viniere.

Por dejar todo amarrado,

nuevamente, gracias jeque.



Cómo 'Lloraré las penas'

por los males del Sagrario;

quién dirá un 'Ave María'

por sus muros agrietados.



'Escondidos' ya no están

los exámenes de acceso

que hicieron en Limasam

para cubrir nuevos puestos,



Y canta por 'Bulería'

Juan Marín a Ciudadanos

pidiendo ser designado

mientras que nadie confía



en el proceso abreviado

que le hará número uno.

Un 'Silencio' inoportuno

vuela sobre el candidato.



A la actualidad sonora

endiñó el rizos de oro

su patada voladora.

Del Cervantes el aforo



puesto en pie le hizo volar:

que llegó, que vio y venció

que el corazón nos ganó

de nuevo David Bisbal.



Y sigo 'Esclavo de tus besos'

entre tanta medianía,

Málaga de mis excesos,

de mi llanto y mi alegría