No corren buenos tiempos para los grandes proyectos de la Universidad de Málaga, afectados de manera dramática por los problemas de financiación que padece la institución.
Pero en este escenario negativo, se empieza a atisbar una pequeña luz. Más de tres años después de que oficialmente fueran paralizadas las obras de construcción del gran bulevar, los trabajos se reactivan.
Así lo confirman desde la institución malagueña, precisando que el regreso de los operarios de la empresa Vías y Construcciones al tajo tuvo lugar el pasado 31 de octubre, con la previsión de que puedan completar la tarea para el verano de 2026.
El paso adelante supone devolver el pulso a una de las grandes operaciones de regeneración proyectadas por la UMA en la última década: el ajardinamiento y la urbanización de los espacios libres del tramo comprendido entre la calle Jiménez Fraud y la calle Jenofonte y zona verde del Centro Meteorológico.
Imagen del bulevar.
El contrato para el desarrollo de los trabajos fue formalizado con la empresa Vías y Construcciones en septiembre de 2020, con un plazo de 12 meses. La oferta seleccionada elevaba el coste de la operación a 7.524.825,11 euros (IVA incluido).
Atendiendo a estos parámetros, la ambiciosa transformación tendría que haber sido una realidad a finales de 2021. La realidad es que más de cinco años después de ese momento, la operación sigue en un punto embrionario.
Desde el mismo momento en que se activó la contratación del diseño de este espacio, la intervención está sometida a una zozobra mayúscula. Y muestra de ello es que los trabajos se han visto afectados por, en primer lugar, la pandemia de la Covid, que forzó su retraso, y varios proyectos modificados que han mantenido durante meses parada la obra.
De hecho, la ejecución de la primera de las tres fases en las que se dividió la infraestructura ha llegado a sumar casi dos años de parón. En este intervalo, la UMA dio luz verde a un ajuste planteado por la entidad adjudicataria que disparaba el coste en 3,7 millones de euros (IVA incluido) y extendía el plazo de terminación.
Paso del Metro de Málaga frente al Hospital Clínico.
Detalles de la obra
El objetivo de esta obra, ahora retomada, es extender hacia la zona de ampliación de la Universidad el bulevar Louis Pasteur, pasando por Informática y Telecomunicaciones y el Pabellón Deportivo. Todo ello con unos tres kilómetros de extensión.
Dada la dimensión, la decisión de la UMA fue dividir todo el recorrido en fases. En la primera de ellas se actúa sobre unos 750 metros.
El diseño planteado en 2017 por el estudio Ecosistema Urbano Arquitectos, con sede en Madrid, proponía crear un campus abierto e innovador, dando forma a un entorno natural capaz de funcionar como espacio de estudio y socialización, mejorando las condiciones ambientales e incorporando la tecnología para posibilitar un nuevo mundo de interacciones entre el ámbito físico y el digital.
Y ello con la idea de "recuperar y transformar un área infrautilizada, encerrada entre infraestructuras, convirtiéndola en el espacio principal del campus universitario".
Otra imagen del proyecto.
Para ello, dibujaba nuevos paisajes, mejoraba el confort climático y perseguía la conectividad continua en todo el espacio. Y ello facilitando que actividades cotidianas de la vida universitaria, como dar clase, estudiar, reunirse o leer, puedan ocurrir en el espacio público.
La primera fase del proyecto comprende una superficie de siete hectáreas, que se articula en torno a tres sistemas principales: los hubs o nodos de actividad, las grandes áreas verdes y el corredor natural del bulevar que conecta ambos. Los autores del proyecto plantean hubs tecnológicos, aulas abiertas y espacios de reunión y encuentro social en esta zona del campus.
Así, el camino principal está delimitado por relieves topográficos tapizados con vegetación que lo caracterizan y protegen del tráfico mejorando su funcionamiento climático y acústico, creando paisajes singulares que interrumpen la perspectiva lineal y la amplitud del paisaje suburbano.
En este parte del bulevar se plantea el bautizado como Hub Climático y Digital, que estará situado junto a la parada de Metro, siendo capaz de "acoger eventos de gran aforo".
El mismo estará equipado "con una cubierta tecnológica que aloja una pantalla interactiva, una cortina de agua digital y sistemas de acondicionamiento bioclimático y de producción de energía para cubrir el funcionamiento de todo el parque".
Las aulas abiertas se conciben como espacios conformados por la propia vegetación, protegidos y equipados con tecnologías interactivas que facilitan la realización de eventos y actividades de enseñanza o divulgación. La idea es trasladar la experiencia universitaria al espacio público. Al mismo tiempo, se proponen varias bibliotecas al aire libre.
La propuesta inicial también interviene sobre el arroyo Zapatero, que "se renaturaliza evitando su canalización y desaparición del paisaje natural suburbano, introduciendo nuevas plantaciones que limitan la erosión del terreno mediante sistemas de recogida de agua y áreas de infiltración, potenciando la biodiversidad".
