La metamorfosis en la que está inmerso el puerto de Málaga, gigantesco motor económico y actividad de la provincia, adquiere una dimensión exponencial.
Lejos de haberse completado la transformación iniciada hace ahora varias décadas, en el marco de una estrategia clara por diversificar sus posibilidades de desarrollo, la tarea avanza y lo hace con proyectos públicos y privados que hasta el año 2030 pueden movilizar una inversión incluso superior a los 500 millones de euros.
Estos son los números gruesos que maneja la Autoridad Portuaria, cuyo presidente, Carlos Rubio, aprovechó su presencia días atrás en un foro económico organizado por EL ESPAÑOL e Invertia en Ceuta para poner sobre la mesa el peso del recinto.
Más allá de estimaciones vacías, todas las intervenciones forman parte de un programa concreto, aprobado y validado ante Puertos del Estado.
Atendiendo a las previsiones de gasto, del montante global, entre 150 y 200 millones de euros se corresponden con acciones de carácter público, mientras que los otros 300 millones tienen a actores privados como protagonistas.
Aunque el listado de obras es elevado, hay nombres propios en este capítulo. La construcción del nuevo muelle 8, esencial para garantizar el futuro logístico del recinto, es la prioridad inmediata del Puerto de Málaga.
Muestra de ello es que viene trabajando desde hace meses en sentar las bases para activar cuanto antes la licitación de una obra estimada en 48 millones de euros y que permitirá generar una nueva superficie de alrededor de 89.000 metros cuadrados para mercancías.
Pero no es la única pieza del puzle pendiente del crecimiento del recinto. También con fondos públicos se avanza en la construcción del nuevo puesto fronterizo, con un valor de unos 8 millones de euros, y de la nueva sede de la Agencia Tributaria, por otros 11 millones de euros.
La construcción de este último inmueble es clave para la puesta en carga del complejo de oficinas premium que está planificado en los suelos de Muelle Heredia.
Infografía con la Marina de San Andrés y el Auditorio de la Música.
Oficinas 'premium' frente al mar
Es, sin duda, una de las grandes operaciones a medio plazo del Puerto. Tras no pocos avatares, la Autoridad Portuaria tiene ya el camino despejado para, una vez avanzadas las obras de Aduanas, poder salir al mercado en la búsqueda de un socio privado que, a cambio de una concesión demanial, levante hasta 26.500 metros cuadrados de techo de oficinas.
Aunque habrá que esperar a ese momento para concretar la cifra de inversión precisa, un valor aproximado puede rondar los 60 millones de euros.
Las oficinas del muelle 4 están marcadas en el calendario a medio plazo. Lo que es una realidad inmediata es la marina deportiva de San Andrés.
Adjudicada años atrás a un consorcio liderado por el mismo grupo inversor que proyecta el hotel en el dique de levante, esta infraestructura permitirá al puerto dar un salto cualitativo en su actual oferta.
Los promotores están a la espera de recibir la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Málaga para poder arrancar los trabajos. El plan incluye casi 600 atraques de embarcaciones, con el valor añadido de que los amarres se encuentran a apenas dos horas y media de Madrid vía AVE.
Las previsiones económicas sitúan en algo más de 50 millones el montante de la operación, que reportará enormes beneficios a las arcas portuarias y que, a su vez, generará una nueva centralidad urbana.
Esperando a la Torre de Chiperfield
En lo que respecta a los proyectos privados impulsados sobre suelos portuario mucho de los focos se siguen posando sobre la torre diseñada por David Chiperfield junto al dique de levante.
Promovida por un fondo de inversión vinculada a la familia real de Catar, la operación está estancada.
Proyecto torre del Puerto
Tras superar el necesario ajuste urbanístico, indispensable para poder desarrollar un volumen edificatorio que puede alcanzar los 45.000 metros cuadrados y una altura máxima de 150 metros, el paso final se retrasa a la espera de que queden resueltos los contenciosos judiciales que pesan sobre la operación.
La decisión de Puertos del Estado es que hasta que no se conozca la posición final del juzgado correspondiente no se dará el paso de llevar el expediente al Consejo de Ministros. Es este el órgano al que compete la decisión de autorizar o no el pretendido uso hotelero.
Lo que se sabe hasta la fecha, dada la ausencia de infografías que permitan ver el proyecto en toda su dimensión, es que la torre de Chipperfield alcanzará los 144 metros, dando cabida a un hotel 5 estrellas gran lujo con entre 350 y 390 habitaciones. Y, se da por seguro, que la inversión superará los 200 millones.
