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Málaga acumula siglos tratando de curar la herida urbana del río Guadalmedina. El reto, de una dimensión extraordinaria, entra ahora en una nueva fase después de que el Ayuntamiento haya adjudicado la redacción de un anteproyecto para ordenar la integración del cauce.

La selección final dejó en manos de Esteyco la conformación de la propuesta de intervención, con un plazo de ejecución de 5 meses.

El diseño elegido contempla la conexión de los barrios de ribera mediante la configuración de cinco plazas-puente entre La Goleta y Santo Domingo.

Tendrían forma de X y conectarían ambas márgenes del río a través de recorridos diagonales, aportando espacios de estancia y zonas de juego en las mismas, generando permeabilidad con el cauce, que combinará el canal de aguas bajas y espacios verdes con otros usos como actividades deportivas sin necesidad de elementos fijos que pudieran interferir en las condiciones hidráulicas del mismo.

Esta solución incluye tres plazas-puentes de hasta 3.000 metros cuadrados de superficie cada una entre los puentes de Armiñán y Aurora en lugar de una sola de grandes dimensiones para así potenciar la permeabilidad entre la trama urbana y el cauce y no restar protagonismo al río.

Las otras dos, de una superficie similar, se situarían a la altura de Santo Domingo y del actual puente de la Trinidad. Además, se prevé la creación en el cauce de un parque verde entre el puente de Armiñán y la pasarela peatonal de El Perchel.

Todas estas acciones se verán complementadas con intervenciones en las calles del entorno, como la avenida de Fátima y el Pasillo de Santo Domingo por la margen derecha; y la avenida de la Rosaleda y Pasillo de Santa Isabel por la izquierda.

La operación señala cinco fases con las que facilitar la construcción y compatibilizar las plazas-puente con el rebaje del cauce y el futuro soterramiento de viales en superficie, con una inversión estimada inicialmente en 86,3 millones de euros (IVA incluido).

La de Esteyco es la propuesta mejor valorada de las cuatro que concurrieron al concurso público. Los otros tres equipos profesionales fueron: Estudio Seguí Arquitecto-Arquitectónica Geo; Alday y Jover-WSP, y Prointec-Luis Machuca Arquitectos-DJ Arquitectura.

Prointec-Luis Machuca Arquitectos-DJ Arquitectura

La propuesta centra todo su interés en la incorporación a la ciudad de un fragmento de paisaje olvidado, la ribera del Guadalmedina.

El proyecto atiende las condiciones de naturaleza y urbanidad, encontrando un equilibrio donde ambos elementos se encuentren en un enclave híbrido, donde el uno y el otro se pueden desarrollar de manera natural.

Propone una red de puentes diagonales al río con un máximo de 10 metros de anchura para que cumplan las funciones de servir de plaza y de proporcionar zonas de sombra a los paseos que se situarán al nivel del lecho, pero sin cubrir demasiado para evitar focos de delincuencia, además de la función de ser obras de paso entre ambas márgenes.

En concreto, se habla de puentes de dos o tres vanos, según la longitud de las estructuras.

UTE Alday Jover–WSP

Apuesta por una integración funcional pero menos innovadora que otros grupos, con pasarelas peatonales y tratamiento todavía convencional del cauce.

El diseño respecto a estructura y funcionalidades es correcto, aunque falta singularidad e innovación comparado con propuestas rivales.

Realiza un análisis de sostenibilidad y costes acertado, aunque la eficiencia energética queda por debajo del resto de los concursantes.

Estudio Seguí Arquitectura y Planeamiento–Arquitectónica Geo

Focaliza en la integración de las márgenes, optimizando la accesibilidad y la estancia en el cauce y nuevos miradores.

Aporta zonificación clara y diseño paisajístico donde los diferentes usos y entornos se distinguen visualmente.

Pone énfasis en el bajo impacto, coste reducido y mantenimiento sencillo, aunque la selección de materiales podría mejorar en nobleza y el detalle de mantenimiento es escaso.