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Tras muchos meses de silencio administrativo y varios años de bloqueo judicial, la millonaria subasta de los terrenos de Repsol en Málaga entra en un nuevo escenario.

Y ello después de que la concejala de Urbanismo, Carmen Casero, se haya comprometido a que en el Consejo de Urbanismo del próximo mes de octubre se responderá al recurso que hace ahora casi un año interpuso la promotora Urbania, adjudicataria de los terrenos a cambio del pago de 66 millones de euros, en relación con el aval al que tiene que hacer frente.

Esto supone una novedad importante, ya que desde octubre del año pasado, cuando se formalizó el citado recurso, se viene dilatando la respuesta formal a las exigencias de la promotora privada.

De hecho, la pregunta sobre la situación del conflicto ha sido continua por parte de los grupos de la oposición. Para sorpresa de muchos, este jueves, en la sesión del Consejo de Urbanismo, Casero ha confirmado que el próximo mes habrá novedades sobre el particular.

Diseño de BIG para la torre de 32 plantas de altura.

En términos generales, Urbania, la única empresa que mantuvo su oferta de compra en el procedimiento de subasta convocado hace ahora tres años y medio, mostró su disconformidad con la obligación de tener que abonar los 2,7 millones de euros de aval reclamados para poder formalizar la adjudicación de los aprovechamientos urbanísticos.

A ojos de la empresa, tal petición no procedía, dado que el procedimiento "está suspendido, porque antes han de resolverse las dudas que fueron planteadas y que no han sido contestadas".

Es de suponer que una vez sean solventadas las citadas dudas, Urbania estará en condiciones de hacer frente a este pago, con lo que quedaría formalizada la adjudicación de unos terrenos que están declarados “litigiosos”.

Contencioso judicial

Sobre la operación de enajenación existe desde hace más de tres años un contencioso judicial presentado por el colectivo Bosque Urbano. La entidad social rechaza de plano la apuesta por la construcción sobre este sector y defiende la reserva del mismo para un gran parque.

La resolución adoptada por Urbanismo en septiembre del año pasado, aceptando la propuesta de adjudicación de los suelos en favor de Urbania, incluía un plazo de 10 días para la constitución de las garantías definitivas.

Desde ese momento, la conclusión del trámite ha quedado paralizado, a la espera de que los servicios jurídicos municipales tomasen una determinación sobre la reclamación de la promotora privada.

El escollo al que se enfrenta este proyecto, que debe permitir el desarrollo de una operación con tres torres de 28, 30 y 32 plantas, respectivamente, así como de un gran zócalo de uso terciario, es que incluso en caso de que Urbania formalice el aval, no podrá disponer de licencia de obras hasta que quede resuelto el contencioso judicial.

El planeamiento urbanístico, vigente desde mediados de 2011, autoriza la construcción de estos inmuebles en altura para albergar hasta 528 viviendas de renta libre, así como para unos 20.000 metros cuadrados para oficinas.

Pese a ello, sí tendrá que incorporarse a la Junta de Compensación del Sector SUNC-O-LO.17 Repsol con la asunción de los derechos y obligaciones, teniendo que abonar también los gastos suplidos por el Ayuntamiento en concepto de inscripción del Proyecto de Reparcelación y obras de urbanización ejecutadas. No resulta afectado el proyecto de urbanización de los terrenos.

A esto se suma que el Ayuntamiento no podrá hacer uso de los ingresos, dado la decisión municipal de optar por un "criterio de prudencia" en cuanto a no autorizar la disposición de gastos con cargo a estos fondos hasta que quede resuelto el procedimiento judicial.

Diseño del estudio Morph para la torre de 30 plantas.

Arquitectura de primer nivel

Al valor económico de la oferta de Urbania se une su dimensión arquitectónica. La apuesta de la empresa es mayúscula en este sentido, hasta el punto de contar en el anteproyecto con tres firmas de reconocido prestigio internacional: Toyo Ito, quien fuera Premio Pritzker; BIG y Morph.

El bloque de más envergadura, de 32 plantas, ha sido diseñado por el estudio danés BIG, que apuesta por un modelo basado en un concepto de villas dispuestas en vertical.

Para ello, el diseño amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación.

Ito, considerado uno de los arquitectos más influyentes del mundo, ha estado a cargo del proyecto de la parcela P6 (28 plantas) junto al estudio B720, despacho liderado por Fermín Vázquez.

En el trabajo se apuesta por distinguir tres volúmenes cúbicos que se expanden de forma regular en altura y son recorridos por grietas de vegetación con un ecosistema propio.

Y Morph se encarga del diseño de las parcelas P3, P4 y P5. La torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva.

La edificación comercial (Parcelas P4 y P5), que genera un zócalo de cuatro plantas, se ha bautizado con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.