El Ayuntamiento de Málaga vuelve a poner cerco a palomas, cotorras y gaviotas, entre otras aves. Con el objetivo de controlar la población de estos ejemplares acaba de activar la maquinaria para contratar a una empresa externa.
El objetivo principal del servicio pretendido es garantizar la salud pública, la sanidad animal y el bienestar animal en la ciudad.
La iniciativa surge de la necesidad de regular las poblaciones de ciertas especies que pueden generar molestias o riesgos sanitarios.
Las aves objeto de este control incluyen palomas (Columbidae), cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) y gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), además de cualquier otra especie que pueda convertirse en un riesgo para la salubridad pública.
El alcance del servicio es amplio, abarcando la vía pública (incluyendo parques y jardines), dependencias municipales como colegios, escuelas infantiles y mercados, e incluso ámbitos privados en caso de petición ciudadana.
Las empresas interesadas en este contrato, valorado en 65.436,18 euros (IVA incluido), tienen hasta el 15 de septiembre para presentar sus ofertas.
El contrato exige un enfoque riguroso y técnico por parte de la empresa adjudicataria. Entre las principales obligaciones, se encuentran:
La realización de un estudio o censo poblacional anual que detalle el tamaño, distribución, densidad y localización de los puntos clave (alimentación, dormidero, nidificación) de las aves en el municipio. Este censo deberá presentarse en formato de mapas o planos para concentraciones superiores a 20 ejemplares, tanto a nivel global como por distritos.
Un estudio sanitario anual certificado por un veterinario colegiado, que se realizará de forma aleatoria sobre un ejemplar de cada especie. Este estudio debe incluir análisis de ectoparásitos, parásitos internos y pruebas de enfermedades zoonóticas como Newcastle, influenza aviar, Salmonella spp., histoplasmosis, psitacosis y criptococosis, según la especie.
Las medidas de control poblacional se dividirán en actuaciones programadas, basadas en el ciclo reproductivo de las aves, y actuaciones bajo demanda, para resolver peticiones ciudadanas o requerimientos de oficio. La empresa deberá utilizar métodos aprobados por la Junta de Andalucía que respeten la normativa de bienestar animal, priorizando aquellos que minimicen el estrés de las aves.
Para gaviotas, se buscará desplazarlas y evitar su nidificación en zonas urbanas, mediante la retirada de nidos y puestas o la inactivación de huevos en tejados. Para palomas y tórtolas turcas, se instalarán al menos 12 jaulas trampa activas en puntos estratégicos, con un servicio de atención y retirada de ejemplares capturados con una periodicidad de tres visitas semanales.
Para cotorras argentinas, se llevarán a cabo retiradas programadas de nidos entre mayo y septiembre, priorizando aquellos que puedan causar problemas de seguridad. Se estiman 35 jornadas para retirar un mínimo de 200 nidos.
El servicio también contempla tiempos de respuesta ágiles para las peticiones ciudadanas: 48 horas para solicitudes ordinarias, 24 horas para urgentes y 12 horas para muy urgentes, según el criterio del Servicio de Vigilancia Sanitario Ambiental.
La empresa adjudicataria estará obligada a contar con recursos humanos cualificados, incluyendo un responsable técnico (veterinario o biólogo) y dos técnicos de fauna, todos con experiencia y formación continua.
Los análisis y sacrificios veterinarios, en caso de ser necesarios, deberán ser realizados por un técnico veterinario. Asimismo, la empresa deberá disponer de un vehículo adecuado para el transporte de animales vivos y un contrato con una empresa autorizada para gestionar subproductos animales no destinados al consumo humano (SANDACH).
Con este contrato, el Ayuntamiento de Málaga busca una gestión eficiente y responsable de la fauna urbana, garantizando la seguridad y el bienestar tanto de los ciudadanos como de los animales.
