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Siete meses después de poner en marcha el concurso para contratar trabajos de demolición parcial en el edificio de calle Cabriel, 27, uno de los grandes símbolos del abandono del barrio de la Palma-Palmilla, el Ayuntamiento de Málaga adjudica las obras.

De acuerdo con los detalles oficiales, el servicio ha sido contratado a la empresa Urcotex Inmobiliaria, cuya oferta económica asciende a 144.830,64 euros (IVA incluido). El plazo es de dos meses.

Este paso es esencial en la apuesta municipal por avanzar en la recuperación de este icónico inmueble, que pretende ser transformado en un gran equipamiento multidisciplinar.

El proyecto prevé el derribo de las carpinterías, las cerrajerías y las tabiquerías interiores, además del desmontaje de instalaciones como aparatos sanitarios, fontanería, electricidad, ascensores y saneamiento (a excepción de la red de saneamiento de pluviales de cubiertas).

En cuanto a la posible obra de rehabilitación, desde la Casona del Parque se viene señalando desde hace meses que se están explorando vías de financiación (fondos europeos o de otras administraciones) para avanzar en el proyecto.

La pretensión última es convertirlo en un edificio que albergue equipamientos vecinales, alojamientos para personas mayores y para estudiantes y emprendedores.

Este edificio, de trece plantas, fue desalojado a mediados de 2018, como consecuencia de los importantes daños que presentaba (fue foco de varios incendios). Desde entonces está tapiado y con la vigilancia necesaria para evitar la entrada en el mismo.

Estrategia de recuperación

La estrategia diseñada por el IMV, la Gerencia de Urbanismo, la Universidad de Málaga, la Escuela de Arquitectura y los colectivos locales busca dar forma a un edificio "híbrido", capaz de contener usos sociales, culturales e incluso residenciales.

Los costes estimados para esta intervención se fijan en unos 6 millones de euros. De materializarse la propuesta diseñada, las plantas superiores del bloque acogerán unas 40 viviendas de uso temporal destinadas a mayores y jóvenes.

El resto del inmueble será espacio para cooperativas de cuidado de menores, un taller de español y de asesoría jurídica para inmigrantes, formación de empleo.

Usos a los que sumar centro de asistencia y formación en salud, con espacios para taller de cuidadores de personas dependientes, de habilidades sociales, de actividades preventivas, de promoción de salud materno-infantil, apoyo al drogodependiente y sus familias...

Otra de las líneas de acción es la de la cultura, con centro cívico, taller de danza, centro juvenil con un punto de información, centro de grabaciones musicales, centro de dinamización del deporte, sala de tecnología y audiovisuales, centro de emprendedores, escuela de padres y madres, centro de recursos extraescolares para menores de edad, aula de expulsados para menores de edad y universidad popular para adultos. Y se propone uso productivo empresarial en planta baja, vinculado al centro de emprendimiento.