Los agentes llegaron al chalé por una llamada que se quejaba del ruido que salía de la fiesta que se estaba celebrando en su interior, pero lo que menos esperaban es que de esa simple intervención acabarían resultando la mayoría de ellos heridos y con tres detenidos.
Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes, 2 de junio, en un chalé de la zona de Pinares de San Antón, en el este de Málaga capital, y en total fueron ocho los heridos, seis de ellos policías locales. Una patrulla acudió a la vivienda tras la llamada de un vecino advirtiendo de las molestias por el sonido de la música. El dueño salió a la puerta y los agentes pidieron que se identificara para denunciarlo por la ordenanza de convivencia, por las molestias al vecindario.
En un primer momento este se negó a mostrar su documentación, aunque, finalmente accedió. Cuando le informaron de la infracción, presuntamente, dijo que le daba igual, cerró la puerta y subió el volumen de la música.
Ante los hechos, los agentes pidieron refuerzos y se quedaron en la entrada de la propiedad, además de insistir al dueño en que debía bajar el volumen de la música, a lo que, al parecer, el hombre respondió en términos soeces y se negó a hacerlo.
También los agentes, al ver que había un turismo aparcado sobre la acera, al parecer, de uno de los asistentes a la reunión de amigos, lo denunciaron por mal estacionamiento y pidieron una grúa. Estos hechos incrementaron la tensión y los insultos hacia los agentes.
Al parecer, en esos momentos, el dueño sacó hasta la entrada del chalé un vehículo de alta gama y, según Diario Sur, les decía a los funcionarios que se atrevieran a denunciarlo. Los agentes, por su parte, seguían recibiendo insultos de algunos de los asistentes, sobre todo de uno de ellos, que llegó incluso a bajarse los pantalones y a enseñarles el trasero en actitud provocativa.
Los agentes detuvieron al propietario de la vivienda, que salió al exterior para dirigirse a la casa de una vecina a la que pidió que grabara lo que estaba pasando, siendo ella también denunciada. Al cruzar la calle, presuntamente, golpeó con el hombro en el pecho a una policía local, por lo que fue detenido como presunto autor de un delito de atentado a la autoridad.
El segundo detenido es un amigo del anterior, que, al parecer, salió del chalé y se encaminó hacia los agentes, por lo que fue arrestado. El tercer detenido fue otra persona que, al parecer, insultó a uno de los agentes, llegando a amenazarlo de muerte. Todos son españoles, naturales y vecinos de Málaga, de entre 40 y 50 años. Los agentes, para acreditar lo sucedido, utilizaron sus teléfonos móviles y grabaron varios vídeos de la intervención.