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La operación que va a permitir a los vecinos de El Palo, en la zona Este de Málaga capital, disponer en los próximos años de un nuevo supermercado, en este caso de la cadena Aldi, sigue adelante y cumpliendo etapas. Tras su aprobación definitiva el pasado mes de marzo, ahora entra en vigor el estudio de ordenación elaborado por los promotores de la iniciativa, Deprac Investments tras su publicación este martes en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

La intervención, localizada en los números 171 a 175 de la Avenida Juan Sebastián Elcano, trae consigo una transformación urbanística de mejora urbana mediante el cambio de calificación y uso de las fincas afectadas.

Las mismas pasarán de la calificación residencial, con una edificabilidad de 0,83 metros cuadrados de techo por cada metro cuadrado de suelo, a comercial, elevándose el índice de edificabilidad a 1 m2t/m2s. Y todo ello con la idea de implantar un supermercado de 1.500 metros cuadrados.

El acuerdo incluye la sustitución de la cesión obligatoria al Ayuntamiento de los suelos con destino a sistemas generales y locales, ascendentes a 120,20 metros cuadrados (83,9 metros para dotaciones locales y 36,2 para sistemas generales), por su equivalente económico. En concreto, por la suma de 151.087,79 euros, conforme al informe del Servicio de Valoraciones del Departamento de Planeamiento y Gestión. Este dinero, se precisa en el expediente, tendrá que destinarse a la obtención y ejecución de suelo para dotaciones o a la mejora de las infraestructuras urbanas.

Asimismo, el acuerdo dispone la sustitución del deber de entregar el suelo correspondiente al porcentaje de participación de la comunidad en las plusvalías generadas por la presente actuación urbanística, ascendente a 26,218 unidades de aprovechamiento por su valor en metálico, calculado en 32.955,23 euros.

Entre las condiciones que pesan sobre esta operación, destaca la necesidad de prever en el interior de la parcela, como mínimo, una plaza de aparcamiento por cada 50 metros de techo comercial. Al tiempo, se exige la creación de una cubierta verde, que funcionará como cubierta ecológica, que mejorará la biodiversidad, el tratamiento de aguas pluviales y minimizará el impacto visual del edificio.

"Con ello se disminuye la superficie de calentamiento de la cubierta –reduciendo la zona de albedo–, se genera un filtro ambiental que mejorará la calidad del aire en el entorno, se dispone de nuevas áreas verdes que ocuparán la totalidad de la cubierta no utilizada por los sistemas técnicos, y como mínimo un 80% de la superficie total de las cubiertas, se mejora la percepción visual desde las edificaciones del entorno, se contribuye a mejorar la calidad del empleo especializado para el mantenimiento de la cubierta, y se dota de un espacio de descanso agradable a los empleados y empleadas del supermercado, que podrán utilizar la cubierta como zona de descanso", se expone.

Asimismo, se indica que el proyecto que se presente deberá incorporar zonas ajardinadas y soluciones de espacio verde mural en los espacios de separación a linderos, siempre que estas zonas no estén afectadas por el acceso al garaje, escaleras de emergencia exteriores y áreas de maniobras para la carga y descarga.