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Paso a paso, el Metro de Málaga sigue acortando la distancia que le separa del entorno del Hospital Civil. Ese es el destino final al que aspira el suburbano en el medio plazo, con la certeza, eso sí, de que no alcanzará la meta antes del año 2030. Pese a la lejanía en el tiempo, la Junta de Andalucía sigue haciendo los deberes y avanzando en el desarrollo de una obra clave para completar la infraestructura ferroviaria.

De hecho, la ejecución del trazado desde la estación Guadalmedina hasta el Civil permitirá completar la red acordada hace ahora más de diez años por las Administraciones implicadas en el proyecto. El pacto de la Consejería de Fomento, en aquel entonces en manos de Izquierda Unida, y del Ayuntamiento de Málaga transformaba el recorrido original, que se acortaba hasta la Alameda Principal y se prolongaba hacia la zona norte de la urbe.

Y es justo lo que desde hace ya unos 15 meses están haciendo las máquinas en el primero de los tres tramos en los que se dividió el tajo completo, de 1,8 kilómetros. Mientras los operarios de Sando y Kerkros siguen trabajando en la calle Hilera, la Consejería de Fomento ha desbloqueado la adjudicación de la segunda pieza, que se extiende 653 metros entre Hilera y la calle Eugenio Gross. Incluirá la estación La Trinidad.

Esta parte de la intervención va a ser desarrollada por una alianza empresarial encabezada por FCC y de la que forman parte Eiffage Infraestructuras y Canteras de Almargen.

Conforme a los datos oficiales, desde el arranque formal de los trabajos, que se espera pueda tener lugar a lo largo del mes de mayo, las firmas tienen 36 meses para ejecutar el recinto de túnel y de la estación, así como el montaje de la vía y, finalmente, la reurbanización del viario público para su restitución tras la finalización de la obra. La inversión rondará los 38.381.000 euros (sin IVA), según la oferta finalmente seleccionada.

El recorrido de este tramo conecta el final del primer tramo (Guadalmedina-Hilera) con la calle Santa Elena y Eugenio Gross. El sistema constructivo, como el resto trazado subterráneo del Metro malagueño, es el cut&cover, que consiste en la ejecución de las pantallas que delimitan longitudinalmente el recinto de túnel y estaciones para, posteriormente, reponer la superficie con la losa de hormigón cubierta, y avanzar en la excavación entre pantallas y colocación de losas intermedias.

Una vez se inicien las obras del nuevo tramo, la Junta tendrá en ejecución ya el 71,66% del trazado de la prolongación de la Línea 2 del suburbano. Hay que recordar que como paso previo a esta fase, el pasado lunes se iniciaron los trabajos previos e imprescindibles para poder comenzar las obras del tramo II, consistente en la remodelación de la Plaza Aparejador Federico Bermúdez, conocida popularmente como la rotonda de Las Chapas, para introducir así los cambios en el tráfico necesarios para compaginar la construcción del primer tramo (Guadalmedina-Hilera) y del segundo tramo. 

Siguiente movimiento

La previsión es que el próximo mes de junio la Agencia de Obra Pública de Andalucía ponga en marcha la maquinaria administrativa para licitar la tercera y última pieza del recorrido al Civil. La misma discurrirá entre Eugenio Gross y Blas de Lezo, con 667 metros de longitud. El valor de partida de esta intervención es de 61,7 millones de euros (IVA incluido), estimándose otros 36 meses de obras.

A la espera de que se active esta contratación y de que la maquinaria se ponga a trabajar en Eugenio Gross, todo hace indicar que los plazos de terminación del Metro al Civil se van a ir mucho más lejos de lo que en un inicio se pensaba. Los primeros anuncios de la Junta hablaban de 2027, tratando con ello de hacer coincidir la puesta en marcha del trazado con la inauguración del Nuevo Hospital. La realidad es que ninguno de los dos proyectos estará en ese tiempo y se apunta de manera clara para 2030 o más adelante.

Hay que recordar que en el caso del Metro a los contratos relacionados con la construcción de la infraestructura, del túnel y de las estaciones habrá que sumar en los próximos meses otros dos, comunes para el conjunto del trazado, para ejecutar las instalaciones y las arquitectura de estaciones, cuyo proyecto de construcción está en fase de adjudicación, y para el despliegue de la señalización ferroviaria. Etapas a las que habrá que agregar, en la parte final del proceso, todo el periodo de pruebas necesario para garantizar el funcionamiento adecuado de todo el sistema.