El proceso de selección de la empresa que asumirá la construcción del nuevo gran edificio de la Junta de Andalucía en Málaga llega a su fin. Después de que se cerrase el plazo de presentación de ofertas con solo dos firmas en disputa, la mesa de contratación ha adjudicado los trabajos a la unión temporal de empresas (UTE) compuesta por Grulop 21, AFC Construcciones y Contratas.

Esta alianza es la que obtiene la máxima puntuación en la valoración de los criterios de adjudicación y ser la mejor oferta. Su oferta económica asciende a 18.001.974,97 euros (IVA excluido), lo que supone una rebaja de unos 945.000 euros respecto al valor de licitación.

Al tiempo que introduce mejoras como una estación de potencia para FV; puntos de recarga para vehículos eléctricos; descentralización SAI; fachada FV y de vidrio laminar; vidrios doble acristalamiento gas argón; ascensores… 

El nuevo inmueble, planteado en la Avenida José Ortega y Gasset, 72, permitirá reducir las sedes ahora en alquiler. El plazo fijado para la ejecución material es de 30 meses. La parcela seleccionada para este proyecto dispone de 2.781,17 metros cuadrados y sobre la misma se emplaza el edificio del antiguo laboratorio de control de calidad de la edificación, proyectado por el arquitecto Antonio Fernández Alba, que se ha venido utilizando como archivo. 

Con el paso ahora dado por la Junta se impulsa una operación que empezó a gestarse en julio de 2007, cuando se inició expediente para la contratación de consultoría y asistencia técnica de redacción de proyecto, dirección facultativa y otros trabajos de construcción de este edificio. El diseño final fue adjudicado al arquitecto José Manuel Sánchez Carrero León. 

Problemas económicos

Incluso, el proyecto básico y de ejecución fue supervisado por la Oficina de supervisión de proyectos en diciembre de 2009. Sin embargo, "la falta de disponibilidad presupuestaria, consecuencia de la crisis económica" impidió avanzar en la contratación.

No fue el único intento en estos años. El proyecto fue actualizado en 2016, si bien, con el objeto de recoger varios requerimientos de la Gerencia de Urbanismo, fue nuevamente modificado, siendo supervisado en junio de 2017. De nuevo la falta de disponibilidad presupuestaria impidió completar la tramitación del expediente, lo que llevó nuevamente a actualizar el proyecto en 2019.

El edificio proyectado se compone de dos volúmenes: uno de nueva construcción, de ocho plantas de altura sobre rasante y cuatro bajo rasante, para las dependencias administrativas; y otro, de una planta, que se corresponde con el edificio del antiguo laboratorio de control de calidad de la edificación existente en la parcela, que se destinará a espacios y salas de usos múltiples. Tendrá capacidad para unos 460 trabajadores.

Uno de los elementos incorporados a modo de mejora es la sustitución de fachada cerámica por fachada fotovoltaica y fachada de vidrio laminar, con una superficie de casi 2.500 metros cuadrados (Fachadas Sur y Oeste).