El novedoso intento de la Junta de Andalucía de devolver a la vida el Auditorio de la Música devuelve protagonismo a uno de los más anhelados equipamientos culturales de Málaga capital. Pese al convencimiento con el que se afrontó su construcción hace ahora casi dos décadas, la operación ha permanecido enterrada hasta la actualidad.
El paso adelante dado por el Gobierno andaluz, con la reserva en sus cuentas para 2024 de 10 millones de euros, no esconde, sin embargo, la existencia de condicionantes de peso. Claves que han de ser resueltas antes de poder confirmar el desbloqueo definitivo del antiguo deseo de la capital de la Costa del Sol.
La primera pieza que ha de ser colocada en este nuevo puzle tiene relación directa con los terrenos del puerto de Málaga sobre los que se proyecta su construcción. La plataforma de San Andrés, con algo más de 30.000 metros cuadrados, es propiedad en plenitud de la Autoridad Portuaria, institución que si bien se muestra dispuesta a encontrar una vía de entendimiento, reclama una compensación justa para traspasar su titularidad.
Un asunto que viene siendo objeto de conversaciones con el Ayuntamiento desde hace varios años, sin que hasta el momento haya quedado resuelto. La semilla del acuerdo, no obstante, está sembrada.
"En los últimos meses ha habido aproximaciones", ha confirmado a El Español de Málaga el presidente del Puerto, Carlos Rubio, quien pese a mantenerse firme en la necesaria permuta de terrenos, da por seguro que a lo largo de 2024 encontrarán una solución acorde a los intereses de las dos partes.
De hecho, aunque sin una localización ya definitiva sobre el mapa, Rubio apunta que, tomando en consideración el valor de la parcela de San Andrés (estimado en cerca de 9 millones de euros), el suelo logístico que deberá obtener el Puerto tendrá al menos 100.000 metros cuadrados de superficie.
Solo tras resolverse este primer interrogante podrán sentarse las bases de un futuro consorcio en el que estén representadas y comprometidas todas las instituciones públicas, así como actores privados dispuestos a participar económicamente en el proyecto. Años atrás tanto Unicaja como Mayoral mostraron su interés en el proyecto. Y ahora, la envergadura de la actuación, hace indispensable el aporte de todos.
Si bien durante algún tiempo se puso sobre la mesa la posibilidad de reajustar a la baja el proyecto original, la realidad es que las últimas estimaciones manejadas por el Consistorio, como principal garante de la iniciativa, sitúan el valor del equipamiento en unos 97,7 millones de euros.
¿Cómo será el complejo?
Esa es, al menos, la cifra económica de la propuesta que De la Torre incluyó en el gran proyecto de la Expo 2027, con la esperanza de que la elección de Málaga como ciudad organizadora permitiese contar con el apoyo económico necesario para hacer realidad ese sueño.
En ese documento técnico, en el que se ponía en valor la histórica relación de Málaga con la música, se describe el futuro Auditorio como un complejo formado por un gran edificio "singular", donde se desarrolla el programa de auditorio, así como todas las dependencias necesarias para su uso: muelle de carga y descarga, escenario, montaje de escenario, almacenes, oficinas técnicas, patio de butacas y palcos, vestíbulos y foyer, salas de ensayo, camerinos, cafetería-restaurante, etc.
El equipamiento está formado por cinco piezas separadas y con tipologías estructurales distintas. Dependiendo de la configuración de la Sala Principal, ya sea para ópera o para usos como auditorio, las butacas oscilan entre 1.622 a 1.905. Así mismo, la Sala de Música de Cámara tiene una variable configuración de las 465 butacas de ocupación máxima a las 75 butacas de ocupación mínima.