Las agresiones a profesionales de instituciones públicas tales como policías o sanitarios están a la orden del día. Sindicatos como el Sindicato Independiente de Policías de Andalucía denuncian públicamente cada una de estar agresiones a trabajadores en acto de servicio. La última ocurrió, en su caso, el pasado 25 de agosto en calle Cerrojo, a tan solo unos metros de El Corte Inglés del Centro de Málaga y dos policías locales acabaron resultando heridos.
Según relata Manuel Troyano, presidente del SIP-AN en Málaga, la recepcionista de un hotel situado en la citada vía alertó a la sala de la Policía Local después de mantener una discusión con un hombre que decía estar hospedado en el hotel. Al mostrarle la chica que no estaba en el listado de clientes, este comenzó a vacilarle hasta mostrarle en su teléfono una página de citas, lo que la descolocó y la puso muy nerviosa. El hombre se negaba a irse del establecimiento.
A su llegada, la unidad desplazada trató de sacarlo del hotel, a lo que se oponía el individuo, que pese a saber español solo se dirigía a los agentes en inglés, pero uno de ellos controlaba especialmente el idioma y logró conversar con él sin éxito, pues ya fuera del edificio el hombre acabó propinando un puñetazo a uno de los agentes de la unidad y un mordisco a otro. Especialmente reseñable es lo segundo, pues el hombre padecía VIH y sífilis, lo que ha provocado que el policía tenga que estar bajo seguimiento médico de análisis de sangre durante los próximos meses.
Desde el SIP-AN han asegurado a EL ESPAÑOL de Málaga que la tendencia es cada vez más alta en cuanto a agresiones físicas en Andalucía, aportando el dato de que se han incrementado en casi un 200% las agresiones defendidas por la asesoría jurídica de este sindicato en Andalucía en el último año, sin haber terminado este año 2023, algo que consideran desproporcionado. y alarmante.
Parte de ellas han tenido lugar en Málaga. Durante el transcurso de la Feria de Málaga, un detenido provocó una fractura de muñeca a un policía, lo que provocó, por ejemplo, que un vehículo policial quedara sin servicio. Así, el pasado 5 de mayo, un individuo agredió con un fuerte puñetazo en la cara a un agente tras darle este el alto. También recibió continuos golpes cuando fue reducido para ponerle las esposas.
La lista de agresiones es inmensa si se van consultando meses anteriores. Por su parte, Troyano asegura que es primordial que "los policías locales tengamos una formación continua en defensa personal como en nuevas herramientas que solicitamos, como la táser, como medio de defensa para evitar intervenciones más peligrosas. Es importante que nos doten de ellas, pero también que nos enseñen a utilizarlas".
Así, creen que deben endurecerse las penas cuando se cometen delitos tales como atentado a la autoridad o resistencia a la autoridad. "El primero está pensado con entre seis meses y tres años de cárcel, pero la realidad es que si es la primera vez que lo comete ni entra a la cárcel. Lo segundo puede cambiarse por una sanción administrativa por una modificación que se hizo en el año 1995", prosigue Manuel Troyano. Además, apunta que se antoja necesaria la agilización por parte de la justicia cuando se cometen este tipo de delitos cuyos juicios se alargan años en el tiempo.