Málaga empieza a trazar al menos sobre el papel el calendario de la más importante y ambiciosa transformación urbana proyectada en las últimas décadas. Asumida la complejidad de avanzar en una operación tasada en más de 400 millones de euros y claramente condicionada a las bondades de la financiación procedente de Europa, en el seno de la Casona del Parque marcan como prioritario el trazado de la gran estación subterránea dibujada bajo la Explanada de la Estación.

Esta pieza del bautizado como Plan Málaga Litoral tiene la condición, por su emplazamiento, de ser el gran intercambiador modal de la capital de la Costa del Sol, cruce de caminos de los trenes de Cercanías y larga distancia, del Metro y de los autobuses interurbanos.

A este valor evidente se suma que su materialización está exenta de los condicionantes que sí pesan sobre la otra estación soterrada programada en la operación, la de la Plaza de la Marina. Ésta sólo podrá ejecutarse cuando sea construido el túnel de 2,3 kilómetros por el que se quiere soterrar el tráfico de Muelle Heredia y el Paseo de los Curas.

Otro factor que juega a favor de la estación soterrada de Vialia es que su materialización es básica para liberar los terrenos actualmente ocupados por la estación de autobuses interurbanos de la ciudad.

El solar resultante será subastado por el Consistorio, con el objetivo de hacer caja y usar esos fondos para financiar al menos parte de la intervención global. De hecho, años atrás el Ayuntamiento se dotó de una primera aproximación urbanística, dibujando sobre la parcela un techo edificable de 42.000 metros, repartidos en una torre de oficinas de 29 plantas y otra hotelera de 21. 

Propuesta de torres en la parcela de la estación de autobuses de Málaga.

Los responsables municipales ponen en valor la trascendencia de este equipamiento modal, que podría requerir una inversión próxima a los 75 millones de euros. Con el aval inicial de la Junta de Andalucía, que ha reservado 1,4 millones de euros para contratar este mismo año el proyecto constructivo, se aspira incluso a que sea una realidad para la Expo de 2027. Eso siempre que Málaga sea elegida para la celebración de este evento internacional.

De acuerdo con los plazos iniciales, es factible pensar que, incluyendo la licitación, la contratación y la redacción, el documento técnico pueda estar sobre la mesa de la Administración local a lo largo de 2024, abriendo la puerta al avance definitivo de la obra.

A ojos de los técnicos municipales, disponer de este equipamiento es esencial para mejorar la imagen de la ciudad a la llegada de millones de turistas que desembarcan en la ciudad en trenes y autobuses. 

Detalles de la estación

De acuerdo con los detalles del anteproyecto disponible, la futura estación bajo tierra dispondrá de al menos 39 dársenas para autobuses, así como 12 plazas para aparcamiento de regulación. Todas ellas estarán distribuidas en dos niveles (-2 y -3), mientras que el nivel -1 será peatonal, acogiendo las taquillas y los servicios para el viajero.

El acceso de los autobuses se realizará mediante dos túneles, ambos de entrada y salida. El túnel Norte, situado bajo la Avenida de las Américas, tiene una longitud total de 373 metros, accediendo directamente al nivel -2. Su traza final (109 metros) discurre sobre el trazado del Metro de tal forma que su forjado de solera constituye el dintel superior del Metro. 

El acceso Sur discurrirá por la Avenida Ingeniero José María Garnica, con una longitud de 304 metros. En este caso, el túnel conecta en la planta -3 debido a la necesidad de pasar bajo el ferrocarril de Cercanías. El nivel -2 del intercambiador se destina íntegramente a zona de embarque y descenso de viajeros, para lo que se dispone de 22 dársenas.

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