Alba Rosado Sebastián Sánchez Ángel Recio

Francisco de la Torre Prados sopla este miércoles las velas. Alcanza la redonda edad de 80 años y lo hace en primera línea. Está en el mismo sitio donde viene estando en los últimos 22 aniversarios, al frente del Ayuntamiento de Málaga.

El vínculo casi eterno del regidor con su ciudad queda constatado en el hecho de que de los 29.200 días que han pasado por el calendario desde su nacimiento, ha estado al frente de la Casona del Parque un total de 8.266, el 28,30% de su vida.

Fue el 4 de mayo del 2000 cuando, por vez primera, tomando el relevo de Celia Villalobos, De la Torre entró en la Casa Consistorial convertido en regidor. Pero siendo relevante este hito, no es suficiente para definir una trayectoria política mucho más extensa y en la que destaca haber sido el presidente de la Diputación provincial más joven de España. Eso ocurrió mediados de 70, cuando apenas contaba con 28 años en su carné. Es doctor ingeniero agrónomo y sociólogo.

Frente al carácter popular de Villalobos, que acudió a la llamada de José María Aznar para ocupar la cartera de Sanidad, De la Torre se caracterizó en sus años como primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo por su perfil técnico. De hecho, no era particularmente conocido para la población malagueña.

Y desde ese primer día, De la Torre ha escrito el relato de la ciudad. Lo ha hecho en un periplo al que no quiere poner fin. En ese viaje, como es propio de tan largo tránsito, han encontrado la acogida y el aval de sus vecinos, que lo han elegido en cinco ocasiones, tres de ellas por mayoría absoluta, para gobernar la urbe. 

Pero también se han encontrado con sinsabores y dramas. Él mismo ha confesado que uno de los momentos más difíciles de su vida se produjo cuando ETA asesinó en Málaga al concejal del PP José María Martín Carpena. Y meses después, en Granada, a su cuñado Luis Portero.

Episodios grabados a fuego en la trayectoria de un regidor que en los tiempos más recientes se vio apartado, temporalmente, de sus responsabilidades municipales tras sufrir un ictus en abril de 2020. Operado de urgencia, se recuperó y regreso a la Alcaldía.

Estas más de dos décadas como mandatario de una de las grandes capitales de España incluyen éxitos y fracasos. La peatonalización de la calle Larios, convertida hoy en referente turístico y comercial, la reforma del Paseo del Parque... Pero sobre todo, su apuesta por la cultura como elemento de transformación y crecimiento de la capital. 

El Museo Thyssen fue la primera pieza del puzle museístico que con el tiempo ha ido componiendo. A ese primer eslabón sumó el Centro Pompidou y el Museo Ruso. Su capacidad para mirar más allá lo define como gestor. Al valor cultural ha sumado la necesidad de apostar por Málaga como epicentro tecnológico, con el Málaga Tech Park como primer exponente (más de 600 empresas nacionales y multinacionales y más de 20.000 trabajadores) al que ahora se suman Google y Vodafone, entre otros.  

No obstante, en tan extensa trayectoria hay contratiempos, como la candidatura fallida para ser Capital Cultural Europea en 2016. La lucha por ello supuso la apertura de muchos museos en la ciudad, pero finalmente De la Torre y su equipo se llevaron un batacazo al no pasar Málaga la nota de corte para convertirse en una de las candidatas. Finalmente, lo consiguió San Sebastián.

Otro fracaso que caló fuerte en los malagueños fue el museo de las gemas. Los efectos se mantienen hoy, en el intento de recuperar los 6,3 millones de euros que abonó en concepto de canon a Royal Collections por un museo que apenas abrió dos horas y que recibió a seis visitantes.

De la Torre se ha caracterizado por ser un alcalde risueño y, aparentemente, positivo. No es difícil imaginar que durante este miércoles soplará las velas de su cumpleaños pensando en lo que queda por venir, con la Expo de 2027 a la vuelta de la esquina y el reto de las municipales de mayo.

De regalos, libros y un batín

Tras cancelarse el almuerzo que tenía previsto para hoy, el alcalde aprovechará para celebrar un cóctel con sus compañeros del Partido Popular en un restaurante de la ciudad. Pero ojo, la fiesta será moderada porque el alcalde siempre brinda con agua o Fanta de naranja, según ha confesado la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Málaga, Elisa Pérez de Siles. "También brinda con cerveza sin alcohol, malagueña y exquisita", ha matizado con humor la concejala a este periódico.

También le caerán regalos durante el día de su cumpleaños, como a cualquiera le gusta. Han sido los familiares de De la Torre los que le han soplado títulos de libros que este quería leer en el poco tiempo libre que tiene a sus compañeros de trabajo. Según confiesa Pérez de Siles, el regidor es un fiel seguidor de la novela histórica y le va a caer una entre sus regalos, aunque no desvela el título para no chafar la sorpresa. Igualmente, siempre intentan elegir opciones que saben que el alcalde no se compraría y que saben que le va a gustar.

Tampoco faltará algún detalle relacionado con la natación, otro de los deportes que le encanta entrenar siempre que puede. Sus compañeros le animan a que saque hueco para practicar una de sus pasiones. Es habitual verle, de hecho, en la travesía a nado que se celebra cada año en el Puerto de Málaga donde participa rodeado de amigos, compañeros y familia.

Su mujer, Rosa Francia, lleva años pidiéndole que no se presente más a las elecciones para poder descansar y pasar más tiempo junto a su familia. De la Torre, por ahora, ha hecho caso omiso y optará otra vez a ser alcalde hasta 2027.

Francia ha explicado a este periódico que como el alcalde pasará todo el día de su cumpleaños fuera por diversos compromisos, aprovecharán los días de las fiestas navideñas, en los que se reunirán con todos sus hijos, para hacer una celebración "con tarta, velitas y mucho cariño". Incluso, desvela el regalo que tiene en mente para su marido: "un batín de casa bien confortable, para intentar aficionarlo". Humor no le falta. 

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