Málaga

Málaga entierra la posibilidad de reclasificar los terrenos sobre los que se levanta el estadio de La Rosaleda para construir 404 viviendas. Una operación incluida en el Plan General de Ordenación Urbanística, donde se dibujan cinco edificios de 8 plantas, pero condicionada a la construcción de un nuevo campo en la zona de San Cayetano, en Puerto de la Torre, y a que la capital de la Costa del Sol sea subsede de un Mundial de Fútbol.

Pese a que aún no existe una designación oficial, gana enteros la opción de que la alianza ibérica, conformada por España y Portugal, pueda acabar organizando el magno evento deportivo en 2030. Y en ese caso, Málaga aparece como una de las 14 ciudades interesadas en acoger partidos de las primeras fases (han de quedar 11).

Un escenario que podía alimentar la hipótesis de que las propietarias del estadio de Martiricos, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Diputación provincial, reabriesen la puerta que permite el planeamiento urbanístico y analizasen la fórmula de la reclasificación a residencial y la creación de un nuevo equipamiento.

Copia de la ficha urbanística del sector La Rosaleda recogida en el PGOU de Málaga.

Pero la opción queda diluida. El concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, es claro al respecto y asegura que la fórmula que se va a seguir en el caso de que, primero, España organice el Mundial, y, segundo, de que Málaga sea una de las once subsedes, pasa por desarrollar una ampliación de La Rosaleda para cumplir las exigencias mínimas determinadas por la Real Federación de Fútbol y por la UEFA.

En el caso de una competición de esta naturaleza, el campo del Málaga tendrá que pasar a disponer de al menos 40.000 asientos, unos 10.000 más de los que tiene en la actualidad. El crecimiento, sin embargo, sólo garantiza que se celebren partidos de las primeras fases, ya que los encuentros de más interés, caso de semifinales y final exigen un aforo muy superior, de al menos 60.000 asientos.

López ha confirmado que ya se está trabajando de la mano de la Junta de Andalucía en la propuesta de ampliación. Al tiempo, el edil cree que la iniciativa tiene la suficiente entidad como para ganar asientos en el estadio.

No sólo una ampliación

"El propósito es hacer el estudio de la ampliación de La Rosaleda, pero hemos pensado que debe ser una actuación de ciudad", destaca López, quien afirma que se va a reflexionar y analizar “la manera de mejorar el entorno” del campo. Lo que no hace es dar detalles sobre el ámbito de intervención.

A la espera de que se concreten los detalles, hay que recordar que el plan de regeneración del cauce del río Guadalmedina al que ha dado forma en los últimos años el Ayuntamiento, otorga especial relevancia al emplazamiento del estadio. En este sentido, en el marco de esta gran operación, valorada en unos 200 millones de euros, se apunta la posibilidad de impulsar una reordenación del espacio libre junto al estadio de La Rosaleda y la construcción de un aparcamiento.

Entre las propuestas realizadas se hablaba de disponer un nuevo espacio libre al norte de La Rosaleda, ampliando los usos deportivos e incluyendo una gran plaza frente a la entrada norte del estadio. También se manejaba la opción de catalogar el edificio de la subestación eléctrica como patrimonio industrial, pudiendo realizar proyecciones en su fachada oeste, como cine de verano o autocine. 

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