Málaga

Casi dos décadas después de que abriese sus puertas, Málaga quiere aprovechar su apuesta por ser sede de la Expo Internacional del año 2027 para impulsar un ambicioso proyecto de ampliación del Palacio de Ferias y Congresos. El equipamiento, cuyos primeros años estuvieron marcados por las dudas, es hoy un referente claro del potencial de la Costa del Sol, siendo generador de un importante movimiento económico.

La necesidad de extender las actuales superficies destinadas a ferias y congresos está sobre la mesa del Ayuntamiento de la ciudad desde hace años. Ya en 2006 se dieron los primeros pasos en esta iniciativa, recuperada en 2016 con el encargo de los primeros análisis. Sin embargo, no es hasta ahora cuando el objetivo parece algo más cercano.

Como ha hecho con el Plan Guadalmedina o con el Auditorio de la Música, proyectos largamente deseados pero bloqueados por su alto coste, el alcalde, Francisco de la Torre, cree que el compromiso del Gobierno central con la candidatura de Málaga a la Expo y la existencia de una gran bolsa de fondos europeos pueden allanar el camino.

El dosier entregado por Málaga a la Bureau International des Expositions (BIE), detallando su proyecto para la Expo de 2027, dedica un apartado específico a la ampliación del palacio. Y en el mismo se profundiza en cómo quiere que sea una operación tasada inicialmente en unos 110,5 millones de euros. De esta suma, la mayor parte se destina al aparcamiento, con unos 37,2 millones; 26,9, al nuevo edificio; 15,7 millones a las instalaciones; 7 a la urbanización exterior, y los restantes 23,6 millones al equipamiento.

Sección de la ampliación proyectada.

La superficie de los terrenos en que se propone la ampliación es de unos 40.000 metros cuadrados, "sobre los que se podría construir alrededor de 25.000 metros de edificación y bajo rasante, unos 50.000 metros". Ello abre la puerta a contar con unas 1.300 plazas de aparcamiento en dos sótanos, que podrían ser hasta 2.000 si se opta por incluir un tercer nivel bajo tierra.

En el análisis municipal se indica que en función del uso que se le dé a la zona ampliada, "podría albergar desde 5.000 personas, como pabellón, y hasta 14.900 como auditorio en pie y gradas". Unos parámetros con los que Málaga tendría la oportunidad de acoger congresos y eventos que actualmente están fuera de su alcance por las limitaciones del edificio actual.

Hay que recordar que en 2006, el arquitecto Ángel Asenjo, padre profesional del actual Palacio de Ferias, ya recibió el encargo municipal para estudiar una posible ampliación de las instalaciones. La idea que manejaba en aquel entonces el equipo de gobierno del PP pasaba por ejecutar un nuevo pabellón, aledaño al actual, con una superficie cercana a los 40.000 metros cuadrados.

Para levantar este nuevo cuerpo, el urbanista pensó en aprovechar el solar ocupado por los aparcamientos. La pérdida de estacionamientos se compensaba con la construcción de dos plantas de estacionamiento bajo la estructura del edificio de nueva planta, con al menos 2.000 plazas.

El Palacio de Ferias y Congresos dispone en la actualidad de un edificio central con 17.000 metros cuadrados de exposiciones (divididos en dos pabellones de 10.800 metros y de 5.969 metros, respectivamente), dos auditorios con capacidad para 900 y 600 personas. 

Hay dos otras dos salas que pueden albergar 450 personas en una extensión de 500 metros cuadrados cada una; seis salas de reuniones con un máximo de 70 personas; un restaurante principal para 1.500 personas, y otras zonas de restauración. 

Imagen actual del Palacio de Ferias de Málaga.

En relación con el método de construcción, en la información actual se habla de utilizar muros pantalla para los sótanos de aparcamiento, mientras que la cimentación se desarrollaría con losa, planteándose su estructura de hormigón armado, optimizando su dimensionamiento de la forma más estricta posible. 

En cuanto a la edificación sobre rasante, se propone una estructura mixta, de forma que los pilares del conjunto hasta una cierta altura sean de hormigón armado y la estructura de la cubierta se desarrolle con elementos metálicos de acero, todo ello de forma modular, arrastrando la solución ya adoptada en el actual Palacio de Ferias. El objetivo es "dar satisfacción a todos los requerimientos planteados para la ampliación y manteniendo sus constantes formales y estéticas para preservar la idea de conjunto unitario".

Los acabados exteriores serán de idénticas características a los actuales, mientras que la decoración interior "estará marcada por una cierta austeridad, en la que el color será el elemento determinante de su percepción estética, lo que tiene un coste muy limitado, en lugar de utilizar la piedra como elemento básico de la decoración de los espacios interiores".

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