Málaga

La larga espera toca a su fin. La Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga tiene ya el visto bueno por parte del Rectorado de la institución para iniciar la mudanza al nuevo edificio construido en la zona de ampliación del campus de Teatinos.

De acuerdo con un mensaje interno remitido por el Decanato de Psicología y Logopedia, desde este lunes se avanza en el traslado de la biblioteca. Un primer paso que tendrá su continuación con la parte de Secretaría, para proceder, previsiblemente a finales de este mes, con los despachos y laboratorios. 

Pese a que la nueva sede está completada desde hace tiempo, se señala que el proceso de ocupación definitiva está aún pendiente del permiso de habitabilidad de Bomberos. Un trámite que no impide, tal y como se indica en el escrito, que se pueda desarrollar el traslado.

Este es el movimiento definitivo para que todo el alumnado de Psicología y Logopedia pueda arrancar el próximo curso académico en sus nuevas dependencias. El inmueble es uno de los grandes proyectos de la Universidad en la última década, una intervención que ha estado marcada por los problemas y los retrasos en el calendario.

Hay que recordar que desde la puesta de la primera piedra de las instalaciones, en noviembre del año 2017, se esperaba que la obra durase dos años. Sin embargo, cuando entre verdaderamente en funcionamiento habrán pasado casi cinco años.

El contrato de ejecución fue adjudicado y formalizado con la unión temporal de empresas integrada por Ferrovial Agroman, S. A. - C. Lasor, S. L. por 24,7 millones de euros (IVA incluido). Antes del arranque formal de los trabajos sobre el terreno, tampoco fue sencillo el proceso administrativo previo. 

La UMA tuvo que volver a licitar la adjudicación después de que fuese obligada a modificar determinadas cláusulas del pliego de condiciones tras un recurso presentado por la Asociación Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (CEACOP).

Y antes de ese revés, hubo que añadir otro año de retraso porque el proyecto tuvo los reparos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), que rechazó la altura inicialmente prevista para la facultad, aduciendo la afectación sobre la servidumbre del aeropuerto de la capital. Ello obligó a eliminar la entreplanta para reducir la altura.

Diseño de la nueva facultad

La nueva facultad queda dividida en dos partes diferenciadas: la oriental, con un pabellón transparente de una sola altura que alberga las zonas comunes del proyecto, y la occidental, que incluye la parte del edificio que se encuentra elevada, donde se desarrollarán el resto de los usos.

Dichas zonas quedan conectadas mediante un gran jardín de luz descubierto, que conecta la parte exterior cubierta y la parte interna acristalada del área de planta de acceso. Se trata de un edificio singular, bioclimático y ecológicamente sostenible gracias al uso de algunas técnicas novedosas. 

Uno de los elementos más significativos es la cubierta, donde se desarrolla un jardín-bioclimático en el que se usan energías renovables, así como sistemas pasivos para el óptimo ahorro energético. La totalidad de la cubierta estará calada verticalmente por patios repartidos de manera uniforme, que se intercalarán a su vez con zonas verdes, de estancia y de contemplación

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