Vecinos, Universidad y hasta el Club El Candado, unidos. Un grupo heterogéneo de actores ha comenzado un movimiento para la transformación de algunos de los segmentos más orientales del litoral de la ciudad de Málaga; concretamente, de El Dedo y El Candado.

Esa playa y ese puerto deportivo cuentan con "dos problemas de tipo medioambiental" relacionados con la facilidad con la que el mar penetra en la zona, por lo que han unido fuerzas para intentar devolver parte de la vida natural que el ecosistema tenía y que esta sirva de estabilizador para el Mediterráneo: por un lado, la arena que entra en la bocana del puerto deportivo; por el otro, el avance del litoral a la primera línea de playa.

El doctor en Arquitectura de la Universidad de Granada (UGR) José María Romero coordina un grupo de trabajo con la Asociación de Vecinos de El Palo, el Puerto Deportivo de El Candado y científicos de distinto proveniencia; dentro del proyecto de investigación de la Universidad de Málaga (UMA) Saturación turística en destinos costeros españoles. Estrategias de decrecimiento turístico. Una aproximación desde la dimensión social.

El pasado 18 de mayo celebraron un "inicio de propuesta de seminario de trabajo" bajo el título Transición ecosocial en destinos turísticos litorales. Problemáticas ambientales de la playa de El Dedo y del puerto deportivo de El Candado, en El Palo, Málaga. Entre los participantes; ambientalistas, biólogos, arquitectos, economistas, o doctorandos en Turismo.

La iniciativa nace de la AA. VV. El Palo, que involucró a Romero como vecino del barrio y al equipo de investigación de la UMA con el que trabaja. En torno a marzo, comenzaron a estudiar propuestas para proteger la playa de El Dedo en lo que parecía que sería una obra "de ingeniería dura", pero que ha ido evolucionando hacia "soluciones más blandas y adaptadas al cambio climático para proteger de alguna manera la playa por los temporales", según explica el propio doctor en Arquitectura a EL ESPAÑOL de Málaga.

A esa preocupación se sumó por cercanía y similitud del problema otro actor: "El club El Candado sabe de la problemática que hay desde hace muchísimo tiempo. La bocana del puerto tiene problemas de diseño de hace más de medio siglo, como un montón de puertos deportivos de la costa, y se llena de arena que tienen que estar quitando a cada rato", relata José María Romero.

Es por ello que decidieron "pensarlos a la vez" y plantear "soluciones comunes": entre las propuestas a corto plazo, se encuentra "naturalizar la playa con dunas y vegetación autóctona" o hace lo propio con el fondo marino con un banco de arena a unos 200 metros de la orilla para que esta no entre tanto en el puerto deportivo.

José María Romero celebra la labor tanto de la AA.VV El Palo como del Club El Candado a la hora de desarrollar ese protoseminario con "una visión general de conjunto" y "puntos de vista diversos de todos los agentes que teníamos": "Como grupo de investigación trabajando en el entorno litoral, nos pareció una especie de pequeño piloto, una toma de contacto", define.

Un primer paso para afrontar la subida del nivel del mar en esa zona con un complejo horizonte a la vista: "El problema principal es el conjunto de viviendas pegadas al mar. A corto plazo no las van a quitar, pero en 40 o 50 años habrá que pensar, como ya dice el Ministerio de Medio Ambiente, qué soluciones hay", concluye Romero.

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