Málaga

La apuesta que en los últimos años viene haciendo el Ayuntamiento de Málaga por renovar los tradicionales mercados de abastos de la ciudad tiene ahora el zoco de Bailén como protagonista indiscutible. La necesidad de intervenir sobre este equipamiento se ha convertido en indispensable para garantizar su mantenimiento, dada no sólo su antigüedad, sino "la continua baja de puestos". 

De acuerdo con los datos manejados por el área de Comercio, en los últimos ejercicios son 54 de un total de 127 los puestos que han quedado inactivos, lo que supone el 40% del total. Esta circunstancia, a juicio de los responsables del departamento, hace que el mercado presente "un importante desajuste funcional para su viabilidad, lo que podría abocar a su cierre". 

Ante esta situación, el Consistorio tiene programada la licitación antes de final de año de las obras de reforma de parte de las instalaciones, que incluirán una nueva distribución interior y una modificación de las fachadas.

El objetivo es claro: promocionar la actividad comercial del mercado y modernizar la zona de influencia. Y para ello se prevé una inversión algo superior a los 2,6 millones de euros. Para ejecutar los trabajos sin que la actividad comercial se vea paralizada, las obras se realizarán en seis fases. 

Entre los aspectos contemplados en la operación de rehabilitación, destaca la homogeneización de su imagen, tanto exterior como interior, a través de una reforma sustancial. Asimismo, se incluirá una nueva distribución del mercado, con el fin de revitalizar su funcionamiento. La previsión es que los trabajos se desarrollen a lo largo de 2022, quedando completados en 2023.

Nueva distribución prevista en el mercado de Bailén.

De manera precisa, el esquema diseñado por Comercio plantea reubicar los puestos dispersos a ubicaciones vacantes. Con ello se busca mejorar la circulación de los usuarios entre los puestos y optimizar las condiciones de ventilación interior del zoco. 

Para ello, se creará longitudinalmente un nuevo pasillo entre los puestos que facilitará el tránsito de público permitiendo a su vez la disposición en esquina de muchos puestos mejorando y ampliando la superficie de venta sin aumentar el área ocupada por el propio puesto. También se prolongará el eje transversal del mercado abriendo un pequeño pasillo en la zona de pescadería mejorando la comunicación hacia esta zona. 

A esta medida se suma la creación de dos espacios diáfanos a modo de plazas interiores, aprovechando la superficie recuperada por los puestos eliminados. Las mismas estarán situadas en ambos extremos del nuevo pasillo, una tras la fachada principal y otra en el cruce con el eje transversal del edificio.

Detalles de las plazas

Con 280 metros cuadrados, la plaza principal estará destinada a zona de restauración. En el centro se dispondrán dos quioscos. Se situará anexa a la fachada principal la cual estará abierta a la Plaza de Bailén con grandes ventanales.

La segunda, estará en la zona más próxima a la calle Natalia, siendo su superficie de 125 metros cuadrados. Los técnicos la conciben como un área multiuso donde poder desarrollar diferentes actividades del mercado e incluso del barrio. Entre estas se citan la promoción comercial, la celebración de eventos, la promoción de productos… 

Con ello también se busca proporcionar una zona de relación social para el vecindario. "El objetivo es que el mercado funcione como punto de encuentro del barrio, creándose un flujo de usuarios que favorezca la actividad comercial", destaca la concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles. Una dinamización que se quiere favorecer con la ampliación de los horarios de uso del propio mercado. 

Ambas plazas dispondrán de un techo acústico a modo de pérgola realizado con tabicas colgadas de material fonoabsorbente construido con un 75% de material reciclado aportando confort acústico y visual a dichos espacios diáfanos. 

Para lograr modernizar la imagen del zoco, el proyecto prevé abrir la fachada principal a la Plaza de Bailén con grandes ventanales hacia la calle, dando luz al interior y permitiendo las vistas hacia la calle desde el área de restauración. También se intervendrá en la fachada de calle Natalia, a la que se dará un aspecto más actual. Asimismo, se reformarán y ampliarán los aseos existentes, adecuándose a la normativa de accesibilidad. 

Otra de las actuaciones consistirá en reformar el cuarto de basuras, renovando el acabado de suelo y paredes con acabado vinílico con óptimas propiedades higiénicas y de fácil limpieza. Se proveerá de un sistema de climatización y ventilación para evitar las molestias de los malos olores al vecindario. 

También se unificará el diseño de fachada de los puestos para homogeneizar el aspecto interior, se demolerá la rampa situada en la fachada de la Plaza de Bailén, que actualmente ocupa parte de la acera pública, para instalar una nueva rampa interior cumpliendo los requisitos de accesibilidad. 

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