Málaga

La construcción de los nuevos enlaces planteados para mejorar las conexiones de la autopista de peaje de Las Pedrizas con la capital de la Costa del Sol podría acabar en los tribunales. Ese es el camino que empieza a contemplar el Ayuntamiento de Málaga después de que el Ministerio de Transporte haya hecho oídos sordos a todas y cada una de las demandas realizadas para introducir mejoras en el proyecto.

El concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha confirmado este extremo a EL ESPAÑOL de Málaga, así como que se ha pedido a los juristas municipales que estudien el modo de actuar. 

El malestar en la Casona del Parque por la actitud del departamento ministerial es mayúsculo. Más aún cuando, según el edil, desde hace meses se vienen manteniendo "multitud de reuniones" con los responsables de la Administración central para abordar las reclamaciones municipales. En todas ellas, apunta, la respuesta del ministerio era favorable.

Pero el último movimiento que ha encendido los ánimos es el avance de las obras en el punto de conexión con la ronda oeste. "Días atrás han colocado una viga que habíamos pedido que no se colocase", explica López, quien destaca que esta actuación se ha producido antes de que se haya contestado a la reclamación previa formulada por el Ayuntamiento. La misma podría ser contestada en un plazo máximo de dos meses.

"Es evidente la contestación del ministerio al ver la viga colocada", señala el concejal. "A raíz de esta decisión unilateral de no atender ni estudiar nuestra reclamación previa ni las peticiones realizadas en multitud de reuniones, estamos valorando seriamente una reclamación judicial", alega.

¿Pero qué es lo que pide el Ayuntamiento? Para el equipo de gobierno el mecanismo diseñado por el Ministerio de Transportes para adecuar los enlaces de la AP-46 con la MA-20, mediante un semienlace (2 ramales) en la Ronda Oeste (MA-20), "no se consiguen totalmente" los objetivos de equilibrar los tráficos entre las grandes vías de la ciudad y adecuar el funcionamiento de las que en la actualidad están más saturadas.

En las alegaciones formuladas a la propuesta, ya subrayaron que lejos de este fin "se mantiene (e incluso pudiera verse agravado) uno de los principales problemas que tiene la red de carreteras del Estado en la ciudad, que es la seguridad vial en la MA-20 a su paso por el Túnel de Ortega Prado (falso túnel de Carlos Haya)".

En su argumentación, el Ayuntamiento recordó que el enlace ahora previsto permitirá la salida de la autopista hacia la Ronda Oeste (sentido Algeciras) y la entrada desde la Ronda Oeste (sentido Barcelona) hacia la autopista. Pero incide en que cualquiera de estos dos movimientos "supone el paso obligado por el tramo de la MA-20 (Ronda Oeste) que coincide con el Túnel de Ortega Prado, que figura en los informes del Ministerio como uno de los Tramo de Concentración de Accidentes".

Para evitar este "problema", la alternativa que puso sobre la mesa era la de completar la propuesta de enlace del ministerio "con nuevos ramales que conecten puntos estratégicos de la ciudad (que generan una gran demanda de tráfico) con dicho enlace, sin necesidad de pasar por la MA-20 en su zona de mayor dificultad".

A través de estas infraestructuras complementarias, ya estudiadas por el Ayuntamiento, se lograrían alternativas de conexión directas del área metropolitana con el futuro tercer hospital, previsto en la parcela junto al Hospital Civil. 

La Gerencia de Urbanismo reclamó incorporar a la obra original dos ramales directos. Uno de ellos con la zona Teatinos-Puerto de la Torre, mediante la prolongación de la Avenida Julio Cortázar. El mismo contaría con un vial de alta capacidad de dos carriles por sentido, "evitando el itinerario actual a través de la autovía del Parque Tecnológico y la Ronda Oeste".

El segundo enlace tendría como destino el entorno de Bailén-Miraflores y el nuevo hospital, mediante la prolongación de la Avenida de Los Ángeles. Según los datos municipales, estas intervenciones tienen un área de influencia que concentra una población de en torno a 300.000 habitantes. El coste estimado por el Ayuntamiento para esta doble intervención es de unos 40 millones de euros.

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