Sebastián Sánchez Demófilo Peláez

El Ayuntamiento de Málaga ha forzado el cierre por incumplimiento de las medidas contra la Covid del establecimiento que en la noche del pasado sábado fue desalojado por la Policía Local con 370 personas en su interior.

La actuación municipal se sustenta, como reconocía el propio Cuerpo policial al dar a conocer la intervención, en que la actividad desarrollada no se ajusta a las autorizaciones correspondientes, al tiempo que carece de permiso de música.

Desde el propio establecimiento, Terraza La Hípica, localizado en el Camino de los Almendrales, han confirmado a través de sus redes sociales la clausura, aunque sin precisar las razones de la misma. Por medio de un escueto comunicado se informaba: “Terraza La Hípica tendrá sus puertas cerradas hasta nuevo aviso. Prometemos que va a ser pronto y que la reapertura va a ser inolvidable!!”

Fuentes del local han afirmado a este periódico que se trata de un respiro de unos días para poner en orden las cosas, pero que volverán próximamente, incluso "la semana próxima". Esa vuelta, aseguran, se producirá con la máxima seguridad.



Por su parte, fuentes municipales consultadas han informado a EL ESPAÑOL de Málaga que la empresa responsable de la explotación del recinto sí tiene la opción de abrir las puertas del restaurante existente en el complejo, “que es lo único que tienen legalizado”. En las últimas horas la empresa sí ha logrado una autorización sanitaria de la Junta de Andalucía.

Pero este permiso, aseveran las fuentes, no es suficiente para normalizar la actividad en la zona exterior. ¿Por qué? Básicamente porque la entidad carece de los permisos municipales necesarios para ello. Una situación que, por lo que parece, se viene alargando desde hace meses, sin que hasta la fecha haya sido solucionado.

En los últimos días la empresa sí ha intentado conseguir una autorización de “actividad ocasional” para poder seguir celebrando fiestas y eventos en la zona, sin que disponga aún del mismo. “Con la autorización de Sanidad, que lo que hace es limitar el aforo, podría explotar el espacio abierto si tuviese la ocasional del Ayuntamiento, pero no la tiene”, han añadido.

A la falta de personal de la que carece en este momento el área de Comercio, debido al periodo vacacional, se suma que la solicitud está incompleta, al no incluir determinados informes como la declaración responsable, así como la calificación ambiental.

La falta de estos permisos ha hecho que en los últimos meses el Ayuntamiento haya conformado un expediente sancionador en el que se recoge “un histórico de todos los incumplimientos” protagonizados por este negocio. El mismo pasó a manos de los actuales gestores el pasado mes de mayo, si bien el citado expediente recoge anomalías también del periodo anterior.

“Es uno de los sitios habituales de inspección porque lleva sin cumplir mucho tiempo, sólo tienen legalizado la parte del restaurante, todo lo demás no tiene ni la declaración responsable”, apostillan las fuentes consultadas.

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