El CEO de Museums Workshop, Ginés Montero, quiere que los niños y niñas se aprendan los pueblos de Málaga como si fueran Pokémon. Su equipo mezcla videojuegos, animación, escaneos 3D y merchandising para renovar la mediación cultural desde el Polo Digital.
"Si te puedes aprender 150 Pokémon con sus habilidades, ¿por qué no podrías aprenderte los pueblos de Málaga o los personajes de su cultura popular?”, se pregunta Montero en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga. Desde su empresa, Museums Workshop, está aplicando todo lo aprendido en 15 años de experiencia en videojuegos, animación y educación para darle una vuelta completa a cómo se vive una visita cultural.
Instalados en el Polo de Contenidos Digitales, donde se incuban desde septiembre del pasado año, su equipo de artistas, programadores y educadores está desarrollando proyectos para museos, diputaciones y entidades públicas. Ya han ganado un concurso nacional de empresas culturales, lo que les ha dado acceso a una nueva incubación en Pontevedra.
Un ejemplo de la primera fase de Museums Workshop.
“Venimos de la parte técnica y creativa, pero poco a poco estamos aprendiendo a movernos con instituciones”, cuenta Montero, que ya ha fundado otras startups, ha sido profesor y ha recibido inversión privada en anteriores proyectos. Ahora, con una estructura central de seis personas y hasta diez colaboradores, su objetivo es firme: conseguir el primer gran cliente institucional y renovar por completo su propuesta cultural.
'Merchandising' local
Lo que ofrecen va mucho más allá de una simple visita gamificada. Museums Workshop combina elementos digitales y analógicos, adaptándose siempre al presupuesto del cliente. Desde audioguías teatralizadas hasta novelas visuales o juegos de mesa tematizados, buscan que la experiencia cultural sea “divertida, cercana y memorable”, especialmente para públicos jóvenes.
Uno de sus productos estrella son los juegos de cartas personalizados, que pueden tener varios niveles de profundidad: desde simples colecciones tipo cromo hasta complejos sistemas de juego inspirados en Pokémon o Magic, donde cada carta representa elementos del museo o del entorno patrimonial.
Un ejemplo de la siguiente fase de Museums Workshop.
También desarrollan productos como mapas interactivos con retos físicos y digitales, escaneos 3D de esculturas para visitas virtuales, libros didácticos gamificados o merchandising temático propio de cada museo o territorio.
“En vez de vender muñecos de Mickey Mouse en un museo andaluz, ¿por qué no crear personajes propios inspirados en el patrimonio local?”, propone Montero. Un ejemplo: convertir a la Venus del Museo de Córdoba en el eje de una colección que los niños puedan tocar, jugar y llevarse a casa.
De los museos al turismo
Aunque han empezado con el sector museístico, su objetivo es más amplio. Ginés y su equipo quieren trasladar esta forma de contar historias a la experiencia turística de pueblos y ciudades. “Tenemos castillos de verdad y no los aprovechamos como se podría. Ahora que se han abaratado los costes tecnológicos, tenemos una oportunidad increíble”, asegura.
Montero destaca también el valor de iniciativas como el Polo Digital y Málaga Tech, que “han facilitado mucho el camino para emprender en este sector”. Reconoce que, hace unos años, sin estos recursos, sería “prácticamente imposible” haber arrancado un proyecto así con tanta agilidad.
La cultura no está reñida con la tecnología, y mucho menos con la diversión. En Museums Workshop se lo están tomando al pie de la letra: reinventar la mediación cultural para que el patrimonio local se aprenda jugando.