Suenan tambores de reajuste en las empresas emergentes tecnológicas o startups de todo el mundo. "Racionalidad" es la palabra que más suena entre inversores, fondos y prensa especializada del sector. La tendencia es el reajuste de valoración entre las compañías por el nerviosismo en el sector tecnológico.... del que el ecosistema de la Costa del Sol parece estar bien posicionado para no contagiarse por el momento.

La situación no es sencilla para el escenario startup global. Los datos del rastreador de despidos en empresas emergentes tecnológicas Layoffs.fyi señalan que estos crecieron un 350% a nivel mundial en mayo. Del optimismo inversor durante la pandemia, donde todo se digitalizó de repente y triunfaron muchas soluciones tecnológicas, se ha pasado a un descenso de la financiación a este tipo de proyectos. Es paradigmático el caso de Glovo, la aplicación española de delivery, cuya valoración ha caído tras la vuelta a la normalidad hasta el punto de bajar de los mil millones de euros y, por tanto, dejar de ser un unicornio.

El CEO del gigante malagueño Freepik, Joaquín Cuenca, usó como ejemplo justamente esa devaluación Glovo —que definió como "un pedazo de proyecto"— en el V Encuentro Tecnológico de este periódico. "La inmensa mayoría de unicornios españoles son de capital riesgo, valoraciones que hay que coger un poco con pinzas. Cuando salen al mercado, no siempre es eso", argumentó.

"Sobre si Freepik es unicornio... por ritmos de facturación vamos bastante sobrados, pero es un poco anecdótico el tema de ser unicornio. Creo que es más interesante y me siento más orgulloso del impacto que tenemos como empresa que de la posible valoración que podamos tener", defendió Cuenca. Esa actitud, compartida por algunas de las compañías tech más importantes de la ciudad, es justamente la que les ha hecho evitar burbujas y crisis.

Los inversores también parecen haberse contagiado de esa actitud y ahora animan a sus compañías emergentes a buscar la rentabilidad cuanto antes. Lo explica el responsable de Demium Capital, el malagueño Álvaro Villacorta, que resume la situación en que "se ha evaporado todo es incremento de valoraciones" del ciclo alcista de las tecnológicas durante la Covid, lo que se suma a un contexto macroeconómico de "incertidumbre por una posible recesión".

"Las valoraciones empiezan a bajar, el dinero se esconde un poquito y se retraen los fondos, se seca el mercado", describe Villacorta en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, que asegura que los fondos no han desaparecido "pero están invirtiendo lento, con más cuidado, mirando todo muy bien".

Desde su perspectiva, las nuevas generaciones jóvenes de startups de la Costa del Sol que buscan financiación se van a encontrar en ese sentido "el mismo contexto que todo el mundo".

"A lo mejor en Málaga las valoraciones estaban menos infladas; en Londres o en Madrid iban más a lo loco. En Málaga eran un poco más razonables, así que hay menos que desinflar. Va a sufrir lo mismo, pero puede que se note menos el cambio porque no estaba tan inflado", opina el chief investment officer de unos de los fondos más activos del sur de Europa.

Su análisis es que ese reajuste global "es sano" ante la sobrevaloración que han tenido algunas compañías y supondrá "una limpieza" y "un recorte" para muchos "proyectos malos que cogen dinero porque es la tendencia". No ha sido el camino más transitado por las empresas de Málaga, donde justamente el capital riesgo ha escaseado en comparación con otros ecosistemas como Madrid, Barcelona o Valencia.

El CEO de Uptodown, el malagueño Luis Hernández, lo sintetizó en el VI Encuentro Tecnológico: "Aunque podemos morir en dos meses porque nuestro negocio es así, la fórmula del crecimiento orgánico hace que vayamos con una seguridad y una forma de crecer lenta pero segura".

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