Es raro echar la vista a la costa malagueña y no ver, entre el vaivén de las olas, la silueta de alguna embarcación de fondo. La náutica de recreo está de moda y ya se está posicionado como un potencial turístico más en la ciudad. Las embarcaciones de alquiler suponen ya cerca del 40% del mercado total y están alcanzando cifras récord. Según los expertos, esto es solo el principio.

“Málaga, como el resto de Andalucía, tiene un potencial de crecimiento enorme”, asegura Jordi Carrasco, director general de la ANEN, la Asociación Nacional de Empresas Náuticas. En lo que va de año, se han matriculado en la provincia 1.402 embarcaciones de recreo nuevas; tan solo en el mes de agosto, se han sumado al mercado 310.

Según Carrasco, el mercado comenzó a “explosionar” tras la pandemia. Después de meses de confinamiento, la gente comenzó a buscar espacios más aislados para disfrutar sus vacaciones y encontraron en los barcos el destino perfecto.

Según los datos facilitados por la patronal a EL ESPAÑOL de Málaga, respecto a 2019, las matriculaciones de embarcaciones de recreo en la provincia han crecido un 26%. El incremento ha sido más notable entre las que están destinadas a alquiler, que han ascendido un 46% respecto al periodo previo a la pandemia.

Además de la pandemia, el director general de la ANEN apunta a la transformación de la zona como otro de los elementos que han impulsado el auge del sector. Menciona, por ejemplo, integración en la capital del puerto-ciudad, “que lo hace mucho más accesible”.

Carrasco no tiene dudas de que, aunque el mercado tienda ahora a estabilizarse, en zonas como Málaga queda mucho por crecer y la dinámica de crecimiento “se va a mantener, incluso va a aumentar porque cada vez hay más usuarios que quieren acceder a la náutica y no solo a través de la compra, sino también del alquiler”.

En la actualidad, casi cuatro de cada 10 embarcaciones que se matriculan en Málaga están destinadas al turismo.

Los datos que maneja la patronal apuntan a que el perfil de los usuarios “ha evolucionado”. “Antes tenía un cierto arraigo por el mar y ahora el sector se ha popularizado. La gente tiene ganas de consumir náutica de recreo”, asegura Carrasco.

Con todo, por una parte, destacan los jóvenes que optan por el alquiler de una embarcación para pasar un día o para compartir unas vacaciones en familia o con amigos. El mercado pone a su disposición desde un pequeño barco de vela hasta una moto de agua. Por otra parte, están quienes optan por la compra, que suele ser personas “de mediana edad con poder adquisitivo medio”.

En cuanto a los precios, Carrasco asegura que “hay de todo”. “Hay mercado para todos los usuarios porque la náutica de recreo engloba ya a toda la sociedad”, asegura. En la plataforma de alquiler clickandboat se puede encontrar un barco de cinco metros de eslora y ocho plazas por 330 euros al día la jornada completa (cinco horas de navegación) o por 80 euros la hora.

El director general de la ANEN defiende el “notable” impacto económico que deja el sector en una ciudad como Málaga, directos como los gastos de mantenimiento o en los puertos e indirecto, en restaurantes o alojamientos que usan los usuarios tras atracar. “La náutica de recreo genera un valor añadido, es un producto más al sol y playa tradicional, desestacionaliza oferta”, defiende.

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