Málaga

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, es economista y, como tal, tiene claras dos cosas: la primera es que entramos en un periodo de "desaceleración" y la segunda es que no tiene ni idea de qué puede ocurrir en los próximos meses. No porque sea mal profesional, sino porque vivimos con tanta incertidumbre que cualquier previsión puede quedar hecha añicos en apenas unas horas o días. 

"Todos los analistas están revisando a la baja sus proyecciones económicas y hay una gran dispersión. Más que nunca. Las previsiones están sujetas a incertidumbres porque hay factores geopolíticos que no sabemos cómo van a evolucionar como la guerra, la capacidad para cubrir un desabastecimiento total de gas o cómo puede ser de duro el invierno", ha indicado Hernández de Cos en una conferencia este lunes en la Universidad de Málaga con motivo del 50 aniversario de la institución académica. 

Eso sí, el máximo responsable del Banco de España subraya que "a corto plazo no hay forma de evitar un deterioro del bienestar" por la subida de la inflación, que ha achacado en un 85% al incremento del precio de la energía y de la alimentación. "Estamos ante un crecimiento de la inflación que no tiene precedentes desde 1977 y que se muestra muy persistente", ha lamentado Hernández de Cos, quien confía en que se pueda rebajar al entorno del 2% en 2024 como quiere el Banco Central Europeo. Otra cosa es que se consiga. 

Hernández de Cos ha precisado que, de momento, no se está viendo un efecto de segunda ronda por la inflación, es decir, que los salarios y los márgenes empresariales están contenidos y no crecen, ni de lejos, al ritmo de los precios. Si eso ocurriera, y el gobernador del Banco de España cree que ya "vemos algunas señales de agotamiento", el economista advierte que "aumentaría la espiral inflacionista y la reacción del BCE sería más agresiva"

Política fiscal

El gobernador del Banco de España defiende a capa y espada que, pase lo que pase, toca ahorrar en lugar de dar ayudas por doquier. "La deuda pública sobre el PIB ha aumentado en 20 puntos y ya estaba elevada antes de la pandemia, por lo que el margen de maniobra de la política fiscal es menor. La política presupuestaria debe limitarse a apoyar los colectivos más vulnerables de familias y empresas, pero no está justificado un impulso fiscal generalizado que provocaría una espiral inflacionista", ha afirmado tajante el gobernador del Banco de España en su discurso, indicando además que esas ayudas fiscales a colectivos más desfavorecidos tienen que tener una fecha de caducidad y no desarrollarse sine die

También ha considerado que hay que apoyarse más en Europa para salir todos a una de esta situación de crisis que amenaza con una posible recesión en los próximos trimestres. "Todo es más potente si se hace a escala europea y no individual", ha dicho Hernández de Cos, aunque ha reconocido que "la unión bancaria está incompleta porque no hay un fondo de garantía de depósitos común y tampoco hay una unión del mercado de capitales". 

Pablo Hernández de Cos este lunes en Málaga. Efe Málaga

En el turno de preguntas, uno de los asistentes -la mayoría eran economistas y alumnos de la Facultad de Económicas aunque también estaban el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, o el presidente de Unicaja Banco Manuel Azuaga y el CEO Manuel Menéndez, entre otros- le ha cuestionado sobre la política fiscal del Gobierno y el gobernador del Banco de España se ha hecho el sueco, aunque sí ha insistido en la necesidad de un "pacto de rentas" a través del cual se controle la subida salarial tanto de los trabajadores del sector privado como del público -incluyendo las pensiones- para evitar otra subida de la inflación. 

De hecho, Hernández de Cos ha asegurado que "desde el Banco de España defendemos que sería bueno diseñar un ajuste fiscal para dar el mensaje de que nos tomamos en serio la consolidación fiscal ante la deuda existente". 

Vienen las curvas

El gobernador del Banco de España ha hecho hincapié en que el crecimiento en el primer semestre en la economía española ha sido mejor de lo esperado por el incremento del consumo privado y la recuperación de los flujos turísticos, llegando  al 1,5%. No obstante, para este tercer trimestre recién terminado se espera un 0,1% y "vamos a una desaceleración como se ve en los indicadores de confianza de la industria e incluso de los servicios". En este sentido, esperan un aumento del PIB en España del 1,4% para este año, "la mitad de lo que pronosticábamos hace tres meses". También es muy inferior al 4,4% anunciado por el Gobierno el pasado 4 de octubre en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. 

Todos estos aspectos macroeconómicos se traducen en que va a haber personas que lo van a pasar muy mal porque todo está mucho más caro. "Va a haber más fragilidad financiera en los hogares y las empresas con los incrementos del Euríbor o de los tipos de interés, aunque los números no son dramáticos", ha dicho el gobernador, quien ha reconocido que "hace un año no pensábamos que la inflación fuera a ser tan persistente". Lógicamente nadie se imaginaba tampoco que hubiera una guerra entre Rusia y Ucrania. 

El conflicto bélico está condicionando el presente y futuro de la economía europea y seguirá haciéndolo por la excesiva dependencia del gas ruso, que representa el 40% del consumo europeo. Hernández de Cos ha comentado que "se están aplicando con relativo éxito" la diversificación de la compra de gas a otros países como Estados Unidos, Catar o Noruega y que se está reduciendo el consumo un 10%. "Se hablaba de un 15%, por lo que hay margen y está habiendo avances significativos", ha resaltado. 

El gobernador del Banco de España ha explicado también a los asistentes que han hecho una simulación de qué pasaría si se cerrara totalmente el grifo del gas ruso a Europa. Alemania e Italia serían las dos potencias más perjudicadas y España se vería afectada en torno a un tercio de germanos e italianos, aunque la factura sería mayor desde un punto de vista indirecto. 

Bancos

El gobernador del Banco de España ha señalado que, pese a todo, "el sector bancario está en una buena posición tras dos años de pandemia con un incremento de la rentabilidad, una reducción de la tasa de morosidad y una mayor solvencia". 

Hernández de Cos ha dicho que la banca está ahora "mejor que en la crisis de 2018", pero le ha recomendado que "se doten de provisiones y planifiquen el capital de la forma más prudente posible para ser resistentes". 

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